Jimena Barón, envuelta en un juicio millonario por un show cancelado en Villa La Angostura
"La Cobra" no se presentó a un concierto en el marco de la Fiesta Nacional de los Jardines, edición 2020, y la municipalidad de la ciudad patagónica reclama el dinero que le pagaron.
Jimena Barón quedó en medio de un nuevo escándalo. Y esta vez no se debe a ningún romance o pelea en ShowMatch, sino por su carrera como cantante. ¿Qué pasó? La artista debía presentarse en la Fiesta Nacional de los Jardines de Villa La Angostura en su edición de febrero de 2020 pero como se sentía mal, canceló su show para que el municipio había invertido más de dos millones de pesos, entre la estadía, los viáticos y su cachet.
En aquel momento, Lucas Biren, mánager de la jurado de ShowMatch: La Academia aseguró que habían devuelto el dinero al productor Eduardo Bonuccelli, quien fue el intermediario con la municipalidad. Sin embargo, el Estado neuquino solo recuperó un porcentaje de los gastos, motivo por el que decidió iniciar una demanda civil contra el productor y aunque "La Cobra" no tiene nada que ver en el conflicto, su imagen se vio afectada.
Como si esto fuera poco, a fines de octubre, la cantante viajó a Villa La Angostura junto a su hijo Morrison y su representante. En sus redes sociales mostró que su estadía fue perfecta: pudieron disfrutar de la nieve, pasear, degustar comidas regionales y descansar rodeados de un paisaje espectacular. Pero más allá de lo que la artista público, las malas lenguas aseguran que hubo varias personas que la increparon -personalmente y en el plano virtual- por no haberse presentado en el festival, para el que la habían promocionado con bombos y platillos.
Cabe señalar que en febrero de 2020, Jimena había sido muy cuestionada por la forma en la que eligió promocionar Puta, una de sus canciones, ya que había empelado la ciudad con una foto de ella con poca ropa y su número de teléfono, haciendo alusión a la prostitución. Parte de su público la respaldó pero otros señalaron que fue de mal gusto su acción publicitaria porque no tenía en cuenta la trata de personas y la esclavitud sexual. En medio de la polémica, la artista decidió bajar el perfil y canceló su concierto argumentando que necesitaba asistencia psicológica para lidiar con las agresiones que recibía tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales.