Gisela Asmundo: “Victoria fue filmada de una manera muy artesanal y muy relacionada con el arte”

Se conocieron por casualidad en un recital de Primal Scream. Pero aquel encuentro bastó para que Gisela Asmundo, licenciada en Historia del Arte y productora artística y ejecutiva, y el cineasta Leo Damario decidieran trabajar juntos. 

“Él me contó que era director de cine y yo estaba con ganas de producir series y películas. Little Bull es una productora independiente, indie, y me gusta todo lo que tiene que ver con el arte contemporáneo, de artistas emergentes que todavía no son consagrados y quería trabajar con un director joven”, recuerda Asmundo en diálogo con Noticias Argentinas. Así se pusieron a hablar por distintos proyectos que no pudieron llevar a cabo por diferentes factores, pero siempre siguieron en contacto, hasta que en la fase 1 de la cuarentena, el momento de mayor incertidumbre para el mundo y para la industria audiovisual en particular, se animaran a poner manos a la obra. 

“Durante el confinamiento estaba muy recluida, dedicada a escribir columnas de Cultura para NA. Fue un momento muy angustiante. Por un lado, estar atravesando algo mundialmente de una manera sorpresiva, fuerte, sin saber qué estaba pasando, el hecho de escribir me distraía. Y en eso aparece Leo con el proyecto de Victoria. Le dije que me parecía una locura, porque estábamos en la fase 1 de la pandemia, pero me contó cuál era su idea, cómo la quería filmar, me habló de Nora Mazitelli, que es una guionista muy conocida y exitosa, y me pareció espectacular”, reconoce, orgullosa de los frutos que obtuvieron.

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Victoria llegó a la plataforma Amazon Prime Video el viernes 27 de agosto como la primera “lockdown fiction” nacional, ya que se grabó íntegramente en el momento más estricto del aislamiento obligatorio. Protagonizada por Cecilia Peckaitis y con un gran elenco de actores de renombre, entre los que se destacan Benjamín Vicuña, Emilia Attias, Natalia Pérez, Inés Estevez, Fabio Posca, Federico D’Elia y el Turco Naim, entre otros, cuenta la historia de una joven que tras sufrir un abuso se aleja del mundo del modelaje para convertirse en una psicóloga vengadora con el único objetivo de ayudar a otras mujeres que están pasando por experiencias similares a las que vivió. 

-¿Qué fue lo que más te atrajo del proyecto?

-Justamente generar algo totalmente distinto, en un momento en el que nadie hacía nada. Las condiciones de grabación no eran las convencionales. La mayor parte de las escenas se grabó en la casa de los artistas, en la casa de Leo, tomando todas las precauciones necesarias por la pandemia. Era algo totalmente novedoso crear en un momento en el que nadie estaba creando y Leo lo podía hacer porque es un chico muy creativo e inteligente. Además, el elenco era un dream team.

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-¿Cómo fue la selección del elenco?

-Leo pensó en cada actor que reflejaba un personaje distinto. Estoy muy agradecida, porque desde el momento en el que se les acercó el guión, se entusiasmaron muchísimo y se pusieron a disposición del director para poder trabajar. En el caso de Fabio Posca y el Turco Naim se alejan del humor y se meten en el drama de una manera impresionante. Y Leo se enfoca en las expresiones y las miradas de los artistas. No se queda sobre la superficie, capta lo que siente el actor. 

-Apostaron a Cecilia Peckaitis para el rol protagónico, a pesar de que no tenía experiencia como actriz.

-Me encantó la idea de que Cecilia fuera Victoria, porque Leo es un director muy ilustrado, para decirlo de una manera, le gusta mucho la filosofía, el existencialismo y le encanta la estética de los grandes directores franceses como Godard. También es fanático de Jane Birkin y Serge Gainsbourg y lo traslada a su propia vida. La serie refleja en parte su relación con el personaje principal. La casa de ellos se volvió en un set de filmación y muchas de las escenas de la serie son escenas reales, en las que Leo filmaba a Cecilia sin que se diera cuenta. Victoria fue filmada de una manera muy artesanal y a su vez, muy relacionada con el arte: tiene una estética del cómic, también del pop art y un poco fetichista.

-El disparador de la historia es un caso de abuso sexual, que es un tema que está en agenda.

-Sí, por suerte las cosas han cambiado y las mujeres se animan a denunciar y expresarse mucho más, aunque lamentablemente sigue existiendo este tipo de violencia hacia la mujer. Todos los días salen noticias lamentables sobre el tema. Y la serie es muy actual.

-¿Cual fue tu reacción al ver el resultado final?

-Me sorprendió, porque una cosa es verlo por partes, a medida que se grababa. Hubo muchas complicaciones por las restricciones, nos hubiera gustado haber filmado un poco más escenas pero no se podía en ese momento. Y el desafío de la edición fue muy grande, Leo pasó muchas horas trabajando en la posproducción con la ayuda de Hernán de MediaHub, pero a la larga es la satisfacción de haber recorrido un camino bastante arduo y poder verlo terminado.

-Hay un contraste importante entre el proceso de creación que atravesaron con Victoria dentro de un contexto totalmente desesperanzador.

-Sí, aunque suene un cliché, el arte salva, crea un mundo paralelo que te quita de la angustia existencial que en ese momento estaba potenciada a la máxima escala y todavía estamos en una etapa de incertidumbre. Siento que si uno tiene ganas de hacer las cosas y pone mucho empeño, fuerza y fe en los que hace se puede llegar a hacer. Siendo creyente como soy y pensando que cuando uno pone voluntad y amor en las cosas que hace nada es imposible. Estoy muy agradecida de que haya llegado el momento justo para poder transitarlo de la mejor manera posible.

-¿Qué representa haber llegado a una plataforma tan importante como Amazon?

-Es una plataforma muy exigente, que busca productos de excelencia y la devolución tardó un tiempo. Pero cuando supimos que estábamos dentro nos dio muchísima felicidad y nos hizo sentir que lo que habíamos hecho estaba bien. Estamos pensando en hacer una segunda temporada, pero queremos disfrutar esta y ver qué recepción tiene de parte del público, porque las críticas fueron espectaculares de todos los medios pero la gente tiene la última palabra.

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Victoria marcó una nueva forma de hacer ficción, con un set de filmación completamente atípico y pocos recursos debido a las restricciones, pero con un talento arrollador de cada una de las partes que integran un proyecto singular que sienta precedentes.