El texto inédito de Pampita en el libro de Benjamín Vicuña
La modelo aparece en una parte de “Blanca, la niña que quería volar”.
Benjamín Vicuña presentó su libro “Blanca, la niña que quería volar” y habló sobre cómo vivió el duelo, a diez años de la muerte de su hija Blanca, fruto de su relación con Carolina “Pampita” Ardohaín.
Hace poco, el actor chileno contó que el fallecimiento de su hija hizo que la pareja se distanciara. “Comparto unos textos íntimos y entrañables que escribió Carolina pocos meses después de la partida de nuestra niña y que generosamente me cedió”, dice en el libro.
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“No hay día en el que no me sienta desesperada. Las lágrimas no se acaban y los gemidos de dolor tampoco. Es como si el tiempo se hubiera detenido y mi cuerpo se moviera, pero mi alma estuviese estancada en el fondo de un pozo ciego”.
“Mi Blanca hermosa, me vuelve a la mente tu dibujo volando con alas y los corazones que iluminan. ¿Qué quisiste decir? ¿Acaso sabías que te irías? ¡Cómo no lo supe! Te hubiese besado y retenido entre mis brazos sin soltarte, desafiando hasta a Dios si hubiese sido necesario”, fueron las palabras de Carolina.
“No sé cómo haré mañana para salir de la cama, ni sé cómo lo logré esta semana, cómo converso con la gente y cómo cuido a Beltrán”, agregó Pampita, que tenía que dedicarse de lleno al cuidado de Beltrán, que por ese entonces tenía sólo 3 meses.
“Las fotos de ella me matan, pero también me encantan. Las que tengo en el teléfono las miro todo el tiempo... Estaba tan grande y hermosa. El último tiempo no paraba de admirar esa belleza en la que se estaba convirtiendo. ¡Se lo dije tanto en el viaje a México! Y también en la clínica los primeros días”.
Sobre su visita al cementerio, la modelo escribió: “Leí su nombre escrito una y otra vez: Blanca Vicuña Ardohain. Tardé un rato en reaccionar y empezar a llorar, pero cuando empecé fue como explotar por dentro”.
Por su parte, Vicuña había contado que “este libro es un tributo a mi hija y una expresión desbordada y honesta de la experiencia que me tocó vivir. Una tragedia que me atravesó como un rayo y me dejó vacío. Me costó años asimilarla y de alguna manera sigo transitando el desierto, pero seguí viviendo”.
“En estas páginas hablo acerca de mi niña y mis pesares. También de las herramientas que me sirvieron para iluminar noches oscuras. Espero que puedan servirle a alguien. Que quienes están atravesando una pérdida, sufriendo o acompañando un duelo, puedan encontrar algo de alivio y esperanza. Una pequeña luz en mitad del océano cuando no vemos la orilla”, finalizó el actor.