Con la irrupción de la pandemia del coronavirus y la imposibilidad de hacer shows en teatros y eventos privados, en 2020 Emanuel Gandolfo, conocido popularmente como "El Mago Emanuel" fue uno de los primeros artistas argentinos en apostar a las presentaciones virtuales. "Dentro de esta situación tan particular que vivimos, comencé a jugar mucho con las redes sociales y me animé a montar un espectáculo por streaming, todo a pulmón", relata en diálogo con Noticias Argentinas, mientras se prepara para reencontrarse con su público el sábado 19 de junio con "Delirium", el octavo show que creó en el último años.

-¿Cambia la modalidad de trabajo al hacer un show por streaming?

-Sí, es más difícil, porque tenés que armar un espectáculo distinto por mes. Cuando hacés teatro, hacés gira por el país con el mismo, no hay tantos cambios, pero por suerte nos está yendo bien. A este show lo llamé "Delirium" porque es un delirio lo que estamos viviendo a raíz de la pandemia y trato de ponerle humor y buscar el lado divertido para que la gente pase un buen momento. Así nos ayudamos entre todos.

-Combinás magia, humor y stand up en el escenario, ¿Cómo lográs atrapar al público desde las pantallas?

-Siempre apunto al humor de situación, del contacto con la gente, para contar historias divertidas y que eso vaya generando el hecho mágico. Me gusta mucho la tecnología y antes no le daba tanta importancia a las redes sociales, pero pude acondicionar todo para poder estar en contacto con el público durante las presentaciones. La plataforma de streaming me puso un chat, para que podamos hablar y además, habilité mi teléfono de línea para que me pueden llamar y hacer magia interactiva. Por ejemplo, armar trucos de magia que le ocurran a la gente en la casa, con un objeto en particular o en las pantallas. Puedo hacer una magia diferente a la que hago en el teatro y también les enseño algún jueguito para hacerle a los amigos, es un popurrí de cosa para que puedan compartir un buen momento en familia. 

-Tenés una entrada muy económica.

-Sí, sale $600 y sé que es un precio ridículo, pero prefiero que sea accesible para todo el mundo. Yo trabajo el triple, porque para hacer una fecha, tengo que estar tres días preparando todo, desde las cosas de la computadora, el micrófono, las luces y la limpieza, porque lo hago en mi casa, pero me sirve como entretenimiento, para mantenerme activo y a la vez, busco que la gente se olvide de lo que está pasando. De hecho, cuando termino me quedo charlando con el público. Además, pienso que esta modalidad va a quedar, cuando volvamos a la presencialidad real y hagamos temporada en Mar del Plata, un día puede salir en streaming para el resto del país y del mundo. Se va a sumar a lo que ya teníamos.

-A partir del viernes 18 se reabren los teatros, ¿Vas a volver a hacer shows presenciales?

-Por ahora no, tenía una gira programada para junio, pero por el momento no la voy a hacer. La apertura de los teatros solo le sirve a las grandes producciones. El aforo del 30%  es complicado. ¿Cómo hacés una gira en la que te movés con todo por 30 personas? ¡No tiene sentido! Hay que ver si la gente va, porque le han metido tanto miedo a la gente, que muchos no quieren salir. Para mí es una locura de sobremanera, porque en Estados Unidos cerraron treinta días y la vida volvió con protocolos. El teatro no enferma. En Broadway se tomaron mucho más tiempo porque es una mega ciudad, pero por ejemplo los teatros de Disney con actores en escena funcionan a la perfección. En semana santa estuve en Mar del Plata y hubo mucha aceptación del público, pero en líneas generales, la gente no tiene un mango. Los políticos se aumentan el sueldo a un 40 % y nosotros nos morimos de hambre.

-¿Te vacunaste?

-No y todavía no lo voy a hacer. Tengo una gran duda con eso porque me da miedo la vacuna. Mi madre (la actriz Dora Baret) y mi hermano, que es más joven que yo, también, pero a mí me da desconfianza que haya salido en un año. Prefiero cuidarme y seguir esperando. Es una gran incertidumbre. No sé si tuve el virus, porque me hija se contagió en julio de 2020, la tuve quince días en casa y me hisopé, pero di negativo, quizás fue asintomático.