Hoy la Selección mata todo. Cuando juega el equipo de Messi los problemas habituales quedan en un segundo plano y lo único que importa, durante al menos dos horas, es que la Scaloneta clasifique para la próxima instancia. Este año hay un plus especial porque, después de ganar la Copa América, estamos más ilusionados que nunca, más allá de la derrota ante Arabia Saudita, que hoy hasta consideramos necesaria para no andar cargando la mochila del invicto, que solamente le servía al libro de estadísticas que lee anda a saber quién.

Pero, ¿qué sucede cuando no está jugando la Argentina? El Mundial obviamente es el gran tema, porque uno sigue el destino de las otras selecciones, posibles rivales de la nuestra. Ahora bien, cuando queremos hablar de otra cosa… el mundo del espectáculo suele generar muchos temas de conversación. Sin embargo hoy lo único que parece importar es Gran Hermano. Sé que en esto hay una gran grieta: los que están enganchados y te hablan de Alfa, Thiago, Coti, etc y los que saltan a los dos segundos al grito de “¡yo no lo veo y que no se te ocurra hablar de esa boludez acá!”. Si, así como lo lees. Pero fuera de lo del reality hoy no hay otros temas que generen interés. Wanda y sus historias con Icardi y/o L-Gante ya agotaron, el programa de Tinelli no genera escándalos como solía hacerlo, los casamientos no mueven la aguja del rating, las series quedaron para ver después del Mundial… creo que hoy genera más intriga cómo viajaron tantos argentinos a Qatar que las historias del rubro espectáculos.

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Es que, cuando las mesas de los argentinos quieren evadir las peleas de la grieta, los chimentos son la gran fuente de material de charlas. Pero en estas semanas me parece que perdimos por goleada. No hay tema que logre que a los que hacemos espectáculos nos presten dos minutos de atención. Y tienen razón, mucho para contar no tenemos.

Fuera del Mundial tenemos un montón de temas para hablar, pero claro, pocos son “pum para arriba”, es más, la mayoría generan discusiones o nos deprimen: el fallo contra Cristina Fernández del martes, que podría condenarla por primera vez. La inflación y lo que cuesta armar el arbolito de navidad. Los planes sociales que cobraban personas fallecidas. La insólita y brutal pelea entre los diputados. La ley de tolerancia cero al manejar. Los cortes de luz que ya están apareciendo cuando ni siquiera empezó el verano… quizás los que aún tienen algún resto económico preguntan: “che, ¿adónde se van de vacaciones?”.

Comenzó un diciembre totalmente distinto a todos, porque rara vez volvamos a ver un Mundial en esta época. Cómo lo terminaremos viviendo dependerá de la suerte que corra la Selección. Hoy por hoy seguimos disfrutando del equipo de Messi y soñamos con ganar la Copa. Y mientras así estemos, será el gran tema de los argentinos. Después veremos…

¡Buena semana para todos!