Christian Sancho participó de "Sexo a la carta", el podcast que conduce el cocinero Rodrigo Cascón, y le dio rienda suelta a la fantasía.

"La comida y el sexo me dan placer, parten de lo mismo. Van de la mano pero creo que con una buena comida se puede tener un buen sexo", comenzó diciendo el rey de los abdominales.

A la hora de elegir una comida para un noche fogosa, el actor se la jugó por el pescado.

A través de Spotify, el cocinero que saltó a la fama en "Morfi, todos a la mesa", mezcla sus dos pasiones: la cocina y el sexo. El año pasado Rodrigo participó de "Sex Virtual", de la mano de José María Muscari, en donde también tuvo el espacio para combinar ambas disciplinas.

Mi entrada en el sexo es intensa, nunca falla, sería como una provoleta, ya quedas lleno de entrada. Uno entra en ese disfrute y la noche se hace eterna. Me gusta que la persona disfrute, hay que ser un gran anfitrión. Si la primera noche es buena, se repite, manifestó Sancho.

"El lugar más raro que tuve sexo fue en colectivos de larga distancia en movimiento. Se podía porque no eran públicos, sino para llevar grupos de actores a filmar. La respiración y el gemido en el silencio se potenciaban", puntualizó Christian sobre el lugar menos común donde tuvo intimidad.

Sancho sostuvo: "Siento que es un acto de amor el sexo anal, porque es una entrega, y porque tenes que tener mucha confianza con la persona que lo hagas. Yo lo siento como un acto de amor. No creo en las relaciones que aparezca el sexo anal en un encuentro ocasional".

"Después de los 40 querés que las cosas que te pasan sean porque vos las sentís, y no porque te obligan o imponen. El amor se hace de a dos, hoy se pueden amar dos personas en casas separadas. No creo que exista esa media naranja, nunca existió ni va a escribir. Somos dos naranjas que tenemos que ir hasta que el tiempo y el amor diga", reflexionó el actor que casi siempre estuvo en pareja, pero hace dos años volvió a disfrutar de la soltería.

Por último, Christian habló de la tapa de revista que hizo el año pasado donde mencionaba que se podía enamorar tanto de un hombre como de una mujer: "El sexo y el amor no tienen rótulos. Todo lo que hice en mi vida privada, lo dejo para mi vida privada. La sexualidad no merece debate, el sexo es libre".