Britney cumple 40: una vida marcada por la fama, escándalos y la búsqueda de la libertad
Considerada "La Princesa del Pop", saltó a la fama cuando era una nena, su carrera explotó a nivel mundial en su adolescencia y sufrió las consecuencias de su alta exposición.
La vida de Britney Spears supera a cualquier historia de ficción. La artista celebra sus 40 años a pocas semanas de haber puesto fin a la tutela de su padre, pero más allá de la libertad que recuperó su vida estuvo marcada por las luces de la fama, la oscuridad de los excesos y la impronta de su talento.
Nacida el 2 de diciembre de 1981 en Misisipi, Estados Unidos, descubrió su vocación artística a temprana edad. Pasaba largas horas del día bailando, cantando y actuando, motivo por el que sus padres, James y Lynne no dudaron en mandarla a clases de danza y gimnasia artística durante sus primeros años de vida y al poco tiempo empezaron a llevarla a audiciones.
Así fue como a los 11 el hobby de Britney se convirtió en su trabajo y de la mano de El club de Mickey Mouse, un programa en el que también participaban Justin Timberlake, Christina Aguilera y Ryan Gosling, comenzó su carrera profesional en la por muchos años no paró. En 1997 dejó el perfil aniñado y a la factoría de Disney y firmó su primer contrato discográfico con Jive Records. Y dos años más tarde irrumpió en la escena musical con Baby On More Time, su álbum debut que se convirtió en el más vendido por una artista solista adolescente.
La chica rubia de cara angelical no tardó en conquistar a todo el mundo con sus canciones, sus movimientos y su carisma. Y tanto despliegue a tan corta edad hizo que muchos la vieran como la auténtica sucesora de Madonna, lo que le valió el mote de "La Princesa del Pop". Con todo a su favor, Spears salió a comerse al mundo rompiendo récords de venta con Oops!... I Did It Again (2000), Britney (2001) e In the Zone (2003).
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Su popularidad era tal que en 2003 se presentó junto a Madonna y Christina Aguilera en la entrega de los MTV Video Musica Awards 2003 y su participación se convirtió en una de las más icónicas por el beso que se dio con la intérprete de Like a Virgin. Para colmo, venía de separarse de Justin Timberlake, quien fue su novio de la adolescencia, y su perfil de femme fatale la llevó a convertirse en una soltera codiciada.
La exposición comenzó a pesarle y en su mejor momento profesional, los escándalos se hicieron presentes. La prensa la agobiaba, todo lo que hacía era de interés para sus fanáticos y su casamiento en 2004 en Las Vegas con Jason Alexander, que fue anulado a los 3 días, marcó un quiebre en la vida de la artista que apenas tenía 23 años.
Meses más tarde, se vio obligada a suspender la gira de The Onyx Hotel Tour tras sufrir un accidente en el que se lesionó la rodilla y al poco tiempo presentó al bailarín Kevin Federline como su prometido. La pareja se casó el 18 de septiembre de ese mismo año, en medio de un escándalo, ya que la exnovia de él estaba esperando su segundo hijo. Y en medio del revuelo que se generó alrededor de su figura, la artista decidió tomarse un tiempo y dejar en stand by su carrera.
Las noticias por sus canciones y videoclips fueron desplazadas por sus problemas con periodistas y fotógrafos, noches de fiestas y excesos. Su vínculo con su marido y padre de sus hijos Sean y Jayden también copó los programas de televisión y las portadas de las revistas del corazón y terminó en 2006 sin pasar desapercibido. Aún así, Spears pudo volver a enfocarse en su carrera y en 2007 lanzó Blackout. Pero al año siguiente, tras la publicación de Circus (2008) comenzó su calvario.
La artista sufrió un colapso mental por el que la justicia estadounidense determinó que no podía estar a cargo de su patrimonio y designó a su padre, James, como tutor. Durante 13 años, Britney continuó trabajando con un perfil mucho más bajo que tenía en sus inicios. Grabó tres discos -Femme Fatale (2011), Britney Jean (2013), Glory (2016)-, hizo giras en todo el mundo y aunque se rumoreaba que no la estaba pasando bien, en reiteradas oportunidades aseguró que estaba atravesando un buen momento. Hasta este año.
En junio de 2021 la intérprete de Toxic, Gimme More y Overprotected se presentó ante la Justicia estadounidense para volver a tener el control sobre su vida y contó el calvario que vive hace trece años. "Sólo quiero que me devuelvan mi vida", manifestó angustiada y reveló que hace tiempo que le cuesta dormir y es infeliz. "Me gustaría demandar a mi familia y compartir mi historia con el mundo", agregó.
Asimismo, comparó el manejo de su padre con un cárcel y aseguró que el comportamiento del hombre ha sido "abusivo". Sin embargo, la Justicia determinó que la cantante no estaba preparada para administrar su patrimonio y que James podía seguir a cargo de todo. Esta sentencia hizo que las redes sociales, donde hace tiempo comenzó el movimiento #FreeBritney para apoyar a la artista, se alborotaran y que incluso varias figuras de la música, como Madonna, Justin Timberlake y Christina Aguilera, se solidarizaran con ella.
Enojada por el fallo en su contra, Britney decidió alejarse de los escenarios por tiempo indeterminado. "No me voy a poner un montón de maquillaje y ensayar, ensayar y ensayar otra vez y no poder hacer algo real, con mezclas antiguas de mis canciones, mientras estoy rogando que pongan mi nueva música en un espectáculo para mis seguidores...¡¡¡¡Así que lo dejo!!!!", anunció en su cuenta de Instagram.
Finalmente, a mediados de agosto James informó que estaba dispuesto a ponerle fin al acuerdo y casi tres semanas más tarde formalizó su decisión y el 29 de septiembre la Justicia falló a favor de la artista. Desde entonces, Britney pudo volver a tomar las riendas de su vida, se comprometió con el modelo iraní Sam Asghani, algo que sus padre no le permitían, recuperó el control de su dinero y aunque se propuso vivirlo con tranquilidad y sin tanta exposición, disfruta de mostrarle a sus fanáticos cómo es su nueva realidad.