El 11 de septiembre de 2001 el mundo cambió a raíz de los atentados terroristas que tuvieron lugar en Estados Unidos y provocaron el derrumbe de las Torres Gemelas de Manhattan, un ataque al Pentágono de Washington y la caída de un cuarto avión que tenía como objetivo al Capitolio, dejando un saldo de miles de muertos. Los hechos se vivieron con tensión y angustia en todo el mundo y la Argentina no estuvo exenta.

Las programaciones habituales de los canales de aire y de las radios quedaron suspendidas. Los ojos de todos estaban puestos en el país que en ese entonces gobernaba George W. Bush y los trabajadores de los medios tenían que llevar a cabo una tarea titánica: informar cuando aún no se sabía lo que estaba pasando. Un helicóptero había salido del área permitida para volar.

Las clásicas placas rojas de Crónica TV señalaban la coincidencia entre lo que estaba ocurriendo y los números que habían salido en la lotería: el 56, que representa la caída, y 86, el humo. En Azul TV, la noticia irrumpió durante la transmisión de "Venite con Georgina", Georgina Barbarossa, y en medio del horror, la conductora y todo su equipo decidieron rezar por la paz.

Y la tarea más dura recayó sobre los periodistas. En Canal 7, Víctor Hugo Morales estaba a punto de terminar la emisión de Desayuno cuando la noticia comenzó a recorrer el globo. “Está ocurriendo algo que será la noticia en el mundo entero en las próximas horas. Un avión chocó contra las Torres Gemelas, en la ciudad de Nueva York”, anunció el locutor con seriedad. “No tenemos muchos detalles, pero seguramente se trate de un avión pequeño”, señaló.

Estaba terminando el programa, eran los últimos 10 minutos. Y la escenografía de Desayuno tenía muchos televisores, 30 o 40. Y en uno que teníamos en diagonal, con Víctor Hugo vimos algo que se estrella contra una torre. No sabíamos qué era, estábamos en vivo y claramente era una noticia importante. Primero decían que era un helicóptero que se había metido en una zona en la que no estaba permitido el tráfico aéreo. Cuando vimos al segundo avión impactar contra la otra torre, estábamos convencidos de que era una repetición”, recordó Andrea Campbell, quien formaba parte del staff del programa de Morales en diálogo con NA

Y añadió: “Era impensable lo que ocurrió y cambió la historia de todos nosotros, nos llevó a desconfiar uno de los otros y a tomar conciencia de la finitud de la vida. Además fue un año muy simbólico a nivel mundial y en la Argentina también”.

Paula Trapani, que en ese entonces estaba al frente de Telefé Noticias al Mediodía junto a Jorge Jacobson recuerda el 11-S como uno de los eventos más relevantes que le tocó cubrir a lo largo de su carrera. “Estábamos tomando un café en el bar del canal y me acuerdo que Jorge vio que en unos de los televisores estaban pasando las primeras imágenes del atentado. 'Mirá, un avioneta se comió un edificio', me comentó, pero al toque nos dimos cuenta de qué se trataba. Fuimos al aire inmediatamente y fue uno de los hechos más dramáticos y periodísticamente importantes que me tocó cubrir como conductora”, rememora la actual panelista de Nosotros a la mañana. “Estuvimos cinco horas sin cortes, con una noticia en desarrollo que cambió todo lo que habíamos planeado. Era muy difícil comprender la dimensión de lo que estaba pasando mientras estábamos al aire. Como ser humano era impactante y como periodista tuvo mucha magnitud para mí”, le cuenta a este medio.

En una situación similar quedó Silvia Martínez Cassina, quien estaba lista para hacer un móvil en el Tigre para el segmento “Los vecinos olvidados”, del Noticiero de Santo, en Canal Trece, pero recibió un llamado de su productora para que regresara urgente al canal. “Cuando me dijo que se estrelló un avión en las torres, pensé que había pasado en las torres de Palermo, que están detrás de Aeroparque. Pero cuando me dicen que eran las torres Gemelas en Nueva York, no me entraba en la cabeza”, explica la periodista, que el camino de Tigre a Constitución fue tomando dimensión de lo que estaba pasando.

Cuando recuerda cómo encaró la cobertura, el tono de su voz delata su pasión por su profesión y su afán por brindarle un servicio al público. “Fue adrenalina pura y la esencia del periodismo. No puedo decir que tuve la suerte, pero tuve el ejercicio profesional de que mi voz llegara para informar sobre un hecho tan horrendo”, sostiene.

Los mejores noticieros son los que están en vivo, cubriendo sin rutina, porque es cuando ejercitamos nuestro oficio y más sale lo genuino. Estamos en vivo, sale desprolijo, pero no importa, tenemos una gran producción que saca al aire a testigos que estaban caminando por ahí. Nosotros tuvimos a Nelson Castro que de casualidad estaba ahí y fue nuestros ojos en el lugar de los hechos”, manifiesta y señala que un hecho de tanta magnitud la hizo salir del rol de presentadora de noticias para salir en búsqueda de información en vivo.

El "Negro" Oscar González Oro recuerda que vivió esa jornada del 11 de septiembre con mucho dramatismo. Preparado para terminar su programa El Oro y el moro en Radio 10, la caída de la primera torre lo tomó por sorpresa y tuvo que extender su ciclo, acompañado por Eduardo Feinmann.

Fue una transmisión increíble. Nos conmocionamos y me conmoví porque estábamos viendo no solo la destrucción de dos edificios, sino la muerte de miles de personas que estaban adentro. Quedamos consternados y empezamos a buscar corresponsales en Nueva York. Fue el momento más trágico y dramático de mi carrera como hombre de radio”, cuenta desde Uruguay.

Y en un momento tan trágico, se mentalizó para no trasladarle sus miedos a los oyentes. “Me transformé en una especie de controlador aéreo, que manejan un tono muy neutro para comunicar las cosas. Era complicado no transmitir el pánico que estábamos viviendo, pero el país estaba atento a lo que estaba pasando y había que informar con calma”, revela. Y concluye: “Lo viví dramáticamente, pero también como un privilegio de poder transmitirle a la gente que el mundo estaba cambiando, pero también me generó mucho dolor ver lo que el ser humano es capaz de hacer”.

El horror copó las pantallas y los micrófonos durante semanas. Pero más allá de la seriedad del asunto y del repudio masivo que recibieron los atentados, no faltaron quienes lo vivieron con cierto revanchismo ante el poder de Estados Unidos. “Vamos a decir la verdad: Osama Bin Laden es el ídolo de todos nosotros, el único que puede decir: 'Voy a matar a los americanos hijos de puta que oprimen a todo el mundo”, manifestó Diego Maradona en Azul TV.

Hubo todo tipo de chistes y burlas, fotos de Bin Laden luciendo la camiseta argentina y hasta surgió un grupo de cumbia llamado Beat Laden que tenía una canción llamada Las gemelas. Otro de los momentos que quedó inmortalizado como uno de los más bizarros que surgieron a partir de esta noticia fue la forma en la que Soledad Silveyra, quien en ese entonces conducía la primera edición de Gran Hermano, le comunicó a Carolina Chiappetta, una de las participantes, que el mundo había cambiado.

Caro, estuviste 46 días en la casa y tengo que darte una noticia que ha conmovido al mundo entero: dos aviones chocaron contra las torres gemelas, se derrumbaron... Estamos todos rogando por la paz”, comunicó la actriz, mientras la joven lloraba consternada. Y aunque en los últimos 20 años ese fragmento del programa fue disparador de chistes, Solita se muestra muy conforme de su tarea: “Está el video en YouTube en el que me pegan bastante porque yo le digo a una de las participantes que se cayeron las dos torres... Yo no me veo mal como para que me criticaran tanto. Fue un impacto terrible para todos y el principio de una guerra fría horrorosa. No dramaticé ni hice un show de lo que había pasado, di la noticia de una tragedia”.