"Revisaron los camarines y fuimos presos por lo que había": Mario Pergolini recordó un momento complicado
Mario Pergolini recordó cómo un show con Mano Negra terminó en caos: un cuchillo al aire, camarines revisados por la policía y detenciones inesperadas.
El conductor y productor Mario Pergolini revivió una de las anécdotas más tensas de su carrera en La Divina Noche de Dante. Durante el programa, relató cómo una entrevista con la banda Mano Negra, liderada por Manu Chao, terminó en un caótico episodio que involucró amenazas con un cuchillo, intervención policial y detenciones.
"Quiso matar al camarógrafo": el insólito momento en pleno programa
Pergolini recordó que todo ocurrió durante un programa en vivo, donde buscaban relajar a los invitados con bebidas, algo habitual en el formato nocturno. “Invitamos al piso a Mano Negra. Ellos no hacían televisión, pero vinieron bien predispuestos”, relató. Sin embargo, el ambiente se salió de control cuando uno de los integrantes del grupo sacó un cuchillo.
“Uno de los tipos se da cuenta que está en tele y al aire, se levanta, saca un cuchillo y quiere matar al camarógrafo”, narró Pergolini, generando asombro. La situación fue contenida rápidamente cuando lograron desarmarlo y calmar el caos.
La llegada de la policía y las detenciones
Aunque el incidente parecía haber terminado, la noche se complicó aún más con la llegada de la policía. “Cayó la policía y revisaron los camarines: todos terminamos detenidos por lo que había”, confesó el conductor.
Pergolini no dio detalles específicos sobre los elementos que encontraron, pero dejó entrever que el hallazgo no pasó desapercibido para las autoridades.
Finalmente, el presentador reveló cómo lograron salir de la comisaría gracias a la ayuda de Alejandro Romay, el empresario televisivo. “Lo llamamos a Romay para que nos saque”, cerró entre risas.
Una anécdota que marcó su carrera
El episodio quedó grabado como uno de los momentos más complicados e insólitos en la trayectoria de Mario Pergolini. Una noche que combinó tensión, surrealismo y el inconfundible sello del conductor en un relato que, aunque aterrador, hoy provoca risas y asombro en quienes lo escuchan.