¿Cuál es el techo de Santiago del Moro?
El conductor de "Gran Hermano" ya demostró con creces su versatilidad para los distintos formatos y conquista día a día a televidentes de distintas generaciones.
Santiago del Moro no protagoniza escándalos. Casi nadie sabe su edad. Se sabe de su familia solo lo que él se permite mostrar. Posiblemente lo conozcan personas de 70 años o más, las de 60, 50, 40, 30, 20 y 10, o menos. Quizás algunos saben quién es por "Gran Hermano", otros tal vez por "Masterchef", o "Intratables". Un melancólico dirá "Infama", alguna ficción en la que participó o los más memoriosos mencionarán o incluso "MuchMusic". Alguno recordará que el año pasado condujo el Martín Fierro a la TV o sorprenderá con un programa diferente. Eso sí, le puedo asegurar que la gran mayoría, sino todos, hablarán de su carisma, de su pasión por lo que hace y por la energía y la buena onda que contagia en cualquier ciclo que conduce.
Yo lo vi por primera vez en la televisión a fines de los 90 en la pantalla de MuchMusic. Para el que no conoce este famoso canal de música que finalmente cerró sus puertas en Latinoamérica en febrero de este año después de 30 años, déjeme decirle que fue el mejor tubo de ensayo de la TV que vi en la Argentina. No era una emisora con mucho presupuesto, porque de hecho la idea era pasar videoclips con el VJ de turno y así competir con MTV.
Sin embargo, se ve que los dueños le permitieron a los productores jugar con su imaginación y probar, arriesgarse a ver qué pasaba con eso que habían creado. Y así surgió un "Cupido", una especie de "Yo me quiero casar... y usted?" pero con jóvenes que no se veían la cara y solo se escuchaban; "Televisión abierta", producido por dos jóvenes llamados Gastón Duprat y Marian Cohn -que hoy brillan con sus series y películas-, en donde el televidente le pedía al programa que fuera una cámara a su casa para decir o hacer lo que quisiera (inventaron de alguna manera Youtube, Instagram, Snapchat y TikTok, al menos en nuestro país); "Much Dance", donde los televidentes bailaban a la tarde/noche en el estudio como si fuera un boliche a la madrugada; o los separadores donde la gente mostraba su heladera, decía hace cuánto no tenía relaciones o aparecía el Gordo Liberosky haciendo alguna de sus travesuras. Podría seguir hablando del canal en toda esta nota, pero me estaría yendo de tema, como ya lo hice. Ahí, en ese contexto, aparece un joven llamado Santiago del Moro, que casi sin experiencia conducía con mucha simpatía, ductilidad y gran manejo del público, que salía al aire sin red, como se dice en el medio.
Del Moro se vino de joven de su pueblo natal, Tres Algarrobos (a casi 500 kilómetros de Buenos Aires) y casi al poco tiempo comenzó a conducir en el canal musical. Participó de varias ficciones, porque quizás su carrera devenía definitivamente en lo actoral. Pero en 2005 le llegó la oportunidad de estar al frente de un programa en América, "Clase X", y si bien era a la madrugada, le alcanzó para demostrar que lo suyo no era para club chico, sino que estaba para las grandes ligas. Su carrera continuó con pequeños altibajos hasta que el canal le dio la oportunidad en 2008 de tener su ciclo de espectáculos, "Infama". ¿Y qué iba a poder hacer un conductor que no era Jorge Rial, Lucho Avilés ni Carlos Monti y que tampoco había hecho "inferiores" en el rubro como Ángel de Brito, Adrián Pallares o Rodrigo Lussich?. Ahí tenés lo que hizo, un programa del cual todos recuerdan y en el que estuvo hasta 2014, cuando decidió abandonarlo por un proyecto mayor: "Intratables". ¿Y qué mostró Santiago en ese "Infama"? Lo que ya traía de simpatía, manejo de cámaras y desfachatez. Pero a eso le agregó suspenso, picardía, coordinación de panelistas, de figuras, y de escándalos. Pero siempre demostrando respeto por sus compañeros y por los televidentes.
Mencioné recién "Intratables", un programa que empezó en 2013 como un resumen de los temas más importantes del día, fueran de política, espectáculos, sociales o lo que fuera. Él, además de conducir "Infama", venía de estar al frente del reality "Soñando por bailar" en El Trece, otro desafío fuerte en el prime time de un canal líder y con la responsabilidad de un ciclo de la productora de Marcelo Tinelli. Pero "Intratables" terminó siendo su gran trampolín, el programa que cambió su carrera. Porque allí dejó el mundo del espectáculo y se convirtió en el gran bastonero del escenario político más importante de los últimos tiempos, incluyendo al Congreso de alguna manera. Por ese estudio pasaron presidentes, ministros, gobernadores, senadores, diputados, oficialistas, opositores, gremialistas, agentes del servicio de inteligencia, periodistas, piqueteros, dirigentes de todo tipo y él supo manejar las situaciones como aquel chico que jugaba a la televisión en MuchMusic, o como cuando estaba moderando una pelea con Zulma Lobato en "Infama".
En el medio de todo esto Daniel Hadad, uno de los que entiende y mejor conoce mejor esta industria, vio en él un gran conductor para la radio. Y en 2009 lo convocó para conducir la primera mañana -el prime time- en Pop, junto a Analía Franchín. No les costó mucho tiempo llegar al primer puesto de las mediciones. Y en 2016, luego de hacer un año también la edición vespertina en la misma emisora, decidió mudarse a La 100. Y adivine qué... sí, allí también mantuvo en su franja el primer puesto de todas las radios, hasta el día de hoy.
Lo más cercano usted ya lo conoce. El éxito de "MasterChef" desde 2020 hasta 2022 y lo que generó en "Gran Hermano" el año pasado y en esta nueva edición con picos de más de 20 puntos. En todo este tiempo fue reconocido con varios premios como 3 Martín Fierro de radio y TV, sus 2 premios Tato y el Konex de Platino. Se sabe que seguramente será el conductor del Martín Fierro de televisión que se realizará el 2 de junio, con transmisión de Telefe y que el evento tendrá uno de los ratings más altos del año. La gran pregunta es, ¿cuál será el próximo desafío de Santiago del Moro?, ¿cuál será su techo? ¿Lo tiene?. Según parece, no. ¡Y se lo merece!