Wenance: la justicia civil habilitó el concurso preventivo de acreedores y le da una segunda vida a la financiera
La Cámara Civil y Comercial de San Isidro habilitó el concurso de acreedores para la fintech de Alejandro Muszak que le permitirá reestructurar sus pasivos mientras aguarda para declarar ante la Justicia de Uruguay.
La polémica entre los letrados intervinientes en la cesación de pagos de la financiera Wenance, con más de 8.000 inversores y ahorristas de la Argentina, Uruguay, y España - que aún aguardan una respuesta por sus acreencias impagas -, se basaba en la idea que la empresa, fundada y dirigida por Alejandro Muszak, es una entidad financiera y le corresponde al Banco Central, como regulador de la actividad, intervenir para su liquidación.
Sin embargo, los jueces intervinientes, habilitaron el concurso preventivo de acreedores, un procedimiento judicial regulado por el Derecho concursal que tiene lugar cuando una persona física o jurídica deviene en una situación de insolvencia en la cual no puede hacer frente a la totalidad de los pagos que adeuda.
Esto, en contrario de la opinión de la jueza de primera instancia Gabriela Paladín que buscaba aplicar la Ley de Entidades Financieras que, de haberse aplicado en esta caso, se habría avanzado con la venta de activos y la cancelación de los pasivos a través de una entidad residual, para el cobro de los activos pendientes de ingresos.
Con esta decisión para de la justicia de San Isidro, Muszak podrá esquivar embargos e inhibiciones para operar financieramente y se abocará, según expresaron cerca suyo, en propuestas de reestructuración, debido a que "siempre sostuvo que les va a pagar a todos los que les debe". De lo que se desprende que Muszak piensa en un futuro como financista local.
Sea como fuere, también deberá abocarse al frente internacional de sus operaciones con Wenance, porque existen ahorristas que, de manera conjunta y patrocinados por un importante estudio de abogados de Montevideo, han concurrido a la justicia uruguaya que lo aguarda el próximo miércoles 22, para declarar.
Cerca de 600 ahorristas de Uruguay que invirtieron una suma aproximada a los 20 millones de dólares, quieren que la justicia de su país solicite la extradición de Muszak, por el delito de estafa.
Mientras se dirime esta cuestión, las causas contra la dirección de Wenance comienzan a formalizarse en España, donde viven otros perjudicados por la caída de pagos de utilidades.
La operatoria de la financiera tecnológica funcionaba tomando dinero a través de un fideicomiso y prestándolo a deudores, generalmente con bajas o nulas probabilidades de acceder al crédito bancario, y calzaba el cobro para el repago de inversiones con fuertes retornos.
Crisis económica mediante, los tomadores de crédito no pudieron afrontar los pagos y se derrumbó el sistema que algunos analistas del mercado califican como una estafa del tipo Ponzi.
Un esquema Ponzi es una forma de estafa piramidal que atrae a los inversores y paga utilidades a los inversores anteriores con fondos de los ahorristas más recientes, hasta que surge una crisis y los últimos son, finalmente, los perjudicados.
Por otra parte, Alejandro Muszak y la conducción de Wenance, deberán afrontar acusaciones de la fiscal de instrucción, Mónica Cuñarro, que les sigue la huella de sus actividades desde el año 2017, por entender que hay denuncias muy sólidas por los cargos de usura y estafas reiteradas.
Wenance es una empresa que prestaba dinero por internet a sectores no bancarizados de la población a tasas altísimas que, más allá del descalabro financiero del país de los últimos meses - y de la suba insistente de la tasa de referencia por parte de las autoridades del Banco Central -, se trataba de una práctica que sucedía en tiempos en los que había más estabilidad financiera en el país.
Estos préstamos que se ofrecen con pocos requisitos, al contrario de lo que sucede con la oferta crediticia de la banca regulada y tradicional que impone trabas para acceder a un préstamo, suelen ser usureros.
La tasa de retorno de esos préstamos, que se ofertan en páginas web, y que en la actualidad se pueden ver en gran número de ofertas, no puede ser calificada de otra manera que no sea de usura y si, por casualidad, algún tomador de crédito logra pagar su deuda, puede sucederle, como en varios casos denunciados contra Wenance, que la firma le sigue debitando del CBU del cliente cuotas que no le corresponde abonar y que nunca le es devuelta.
Uno de los requisitos para acceder a esos préstamos usureros es el débito por ingresos de la caja de ahorro del tomador del crédito, para que la firma que otorga el dinero se asegure el cobro inmediato de la cuota.
Toda esta operatoria, que hunde a familias enteras y termina con los ingresos de los individuos en un contexto inflacionario, generó una causa paralela a los reclamos de los inversionistas que dejaron de cobrar sus retornos por la apuesta realizada en Wenance.
La causa penal que tramita la jueza Paula Verónica González, por asociación ilícita, parece ser favorable a los intereses de Muszak según la decisión de la Cámara del Crimen que, contra la opinión de la fiscal Cuñarro, otorgó la libertad bajo fianza por $ 175millones.
En ese sentido, los jueces de la Sala V, Hernán López y Ricardo Pinto, confirmaron la decisión de la jueza subrogante Paula González, que había sido criticada por varios querellantes contra Muszak, por no imprimirle velocidad a las investigaciones.