La preocupación por la cesación de pagos de Wenance ocurrida hace siete días se extiende a la Argentina, Uruguay, México y España donde inversores y ahorristas registraron una caída de sus ingresos al no producirse el depósito por 500 millones de pesos en intereses por tres fideicomisos.

La demora pone al borde de la insolvencia a esa compañía conducida por Alejandro Maszak, que proviene de una firma que otorga créditos de manera tradicional pero que en 2013 migró hacía el universo fintech y buscó llegar a la población no bancarizada. 

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Ante el incumplimiento de pago, el equipo de Maszak realizó una propuesta escrita en la que se compromete a devolver el capital  en 12 meses, supuestamente “con una tasa de interés a convenir” de acuerdo con grupos de inversores damnificados que ya alcanzarían, provisionalmente, a más de 3.000 afectados solamente en el mercado argentino.

El mensaje difundido a las cuentas personales de los damnificados y que lleva la firma de Maszak es menos preciso y afirma: "Estimado inversor, nos dirigimos a usted para comunicarle que la empresa honrará todos sus compromisos de capital invertido. La compañía elaboró una propuesta de pago que contempla su inversión y la viabilidad del negocio. En función a ello, hemos puesto a disposición el siguiente teléfono +549 (11) 7165-4000 para que pueda comunicarse con nosotros de lunes a viernes de 10 a 21 hs, dejando su nombre y apellido, y así su asesor se pondrá en contacto en los próximos días”.

El problema con los fideicomisos se produce en aquellos que no son regulados por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Una fuente de la city financiera explicó a NA que "esos fideicomisos, cuya característica principal es que se constituyen a partir de un patrimonio separado de la compañía que lo genera para poner en marcha un proyecto a través de esta herramienta  y que sus acreedores presentes o futuros no puedan reclamar derechos sobre los bienes del fideicomiso, estaban pensados para poner foco en la población no bancarizada que ante la crisis económica dejaron de pagar y se volvieron morosos arrastrando todo el sistema".

Por su parte, Wenance posee otros dos fideicomisos pero, éstos, son públicos y tienen un Agente de Liquidación y Compensación (ALYC) y son regulados por la Comisión Nacional de Valores (CNV), a diferencia de los que ingresaron en cesación de pagos de sus intereses.

Esta forma de autofinanciarse surge porque la regulación del Banco Central prohíbe a las fintech usar depósitos de terceros para dar créditos, como hace la banca tradicional, mecanismo conocido como intermediación financiera.

Lo sucedido traerá más incertidumbre al ecosistema inversor y crediticio no bancario porque los problemas de Wenance, fintech dedicada a créditos para el consumo, que había conseguido 657 millones de pesos en diciembre pasado ha mostrado las deficiencias sobre la seguridad en este tipo de transferencias.

Por ello, terminó generando mayores problemas a los inversores que apostaron al fideicomiso privado, no regulado, para que Wenance ofreciera más préstamos a personas con escaso historial crediticio, para "compartir" las ganancias con la firma y hacerse un dinero mensual. Nada de eso esta ocurriendo desde que comenzó el séptimo mes del año.