Una medida de fuerza que ya lleva tres semanas profundiza la parálisis de las obras de infraestructura en el interior del país.

El panorama comenzó a complicarse en las últimas semanas con el prolongado paro que realizan los trabajadores embarcados de las empresas areneras. 

Por ejemplo, en el interior de la provincia de Santa Fe falta arena y hormigón. Según los especialistas, afecta a las obras privadas en ejecución, ya que las que administra el Estado están paralizadas por cuestiones presupuestarias.

Esto conlleva una crisis de abastecimiento de arena y hormigón que generan, por lo tanto, demoras en obras en curso, lo que pone en jaque numerosos puestos de trabajo.

Es que cuando se demoran los tiempos de entrega de esos materiales, no trabaja el yesero, el pintor, los proveedores de aberturas o griferías, entre tantos otros”, explicó un empresario del rubro.

La Asociación de Empresarios de la Vivienda y Desarrollo Inmobiliario (AEV) de Santa Fe solicitó la pronta “resolución del conflicto” porque “es fundamental garantizar la continuidad de nuestro trabajo”.

Esta medida impactará directamente en la provisión de arena y hormigón, generando afectaciones en las obras en curso y en numerosos puestos de trabajo, así como en sus familias correspondientes”, admitió una fuente empresarial.

La medida de fuerza fue iniciada hace más de 20 días en el sector de arena y piedra, en conjunto por el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo; el Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina (Siconara); el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu); la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos Fluviales de la Marina Mercante, y el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales. 

El objetivo es lograr una recomposición salarial paritaria correspondiente a 2023 y comenzar a discutir la del 2024.

En tanto, desde el sector gremial dijeron que “se realizaron al menos siete audiencias donde llevamos diferentes propuestas, pero ninguna fue satisfactoria para las empresas. Buscamos un acuerdo salarial que permita palear la angustiante situación económica que sufren los trabajadores, como consecuencia del espiral inflacionario de la economía, que ha deteriorado sensiblemente el poder adquisitivo de los salarios”.

Leandro Razzini, de Razzini Materiales, empresa radicada en Rosario, sostuvo que “los trabajadores exigen un bono de $800.000 y un aumento del 90% para febrero, una medida que llama la atención porque en un mes (marzo) tienen paritarias”.

Sobre los últimos aumentos en los productos del rubro que comercializa, Razzini destacó que “hubo un 65% en diciembre en hormigón y un 25% adicional en el costo de este material recibido el 1 de febrero. Lo mismo –subrayó- pasa con la piedra y la arena que subió en enero un 40%”.

Así, la medida sindical pone en riesgo miles de puestos de trabajo en todas las provincias del litoral argentino, al jaquear el abastecimiento de arena y hormigón, dos elementos claves para la construcción.

Este hecho motivó una presentación en conjunto por parte de los gremios enrolados en la CGT Rosario, los Sindicatos de Camioneros y de la Construcción, que le pidieron al Gobierno Nacional y Provincial la pronta solución del conflicto.