La preanunciada estanflación que atravesará la Argentina en los próximos meses, anticipada por el propio Presidente Javier Milei, no es más que la continuidad de una situación característica de los últimos años, que se ha profundizado durante el Gobierno de Alberto Fernández, de acuerdo a un informe de la Fundación Libertad y Progreso.

El trabajo de la Fundación explicita que Argentina se encuentra en una situación de estanflación desde el año 2011, lo que significa que la economía permanece estancada y la inflación está creciendo.

Al analizar los últimos cuatro años de gobierno de Alberto Fernández, el reporte concluye que la situación se ha agravado en ese período. Al respecto, precisó que “la inflación acumulada desde diciembre de 2019 es del 813,7%, mientras que el nivel de actividad económica se ha mantenido estancado”, por lo que sostuvo que “la estanflación fue la regla”.

En ese sentido, la entidad aportó los indicadores que reflejan esta realidad, expresando que “la actividad económica tocó un pico en julio del 2022, que sin embargo estuvo al mismo nivel del alcanzado en octubre de 2017”, señalando que “comparado a ese valor, hoy el EMAE está 0,8% por debajo” y remarcando que esto se dio “en el marco de una fuerte aceleración en los precios, que tocaron el 142% interanual, los niveles máximos desde 1991”.

Continuando en esa línea, desde la Fundación consideraron que “la gestión estuvo acompañada de políticas que buscaron esconder inflación debajo de la alfombra, a través de congelamientos y controles de precios”, junto con “una fuerte distorsión de precios”, lo que “se puede ver claramente en la comparativa de inflación núcleo respecto de la inflación de los bienes y servicios regulados”.

El informe evidenció que “desde diciembre de 2019, el IPC de regulados aumentó un 512%, mientras que el IPC núcleo, que excluye los productos regulados y con comportamiento estacional, lo hizo en 866%. Es decir, en promedio, los precios ‘libres’ aumentaron 354 puntos más que los regulados”.

Al referirse al comportamiento de los salarios en los últimos cuatro años, se indicó que “no acompañaron la suba de los precios y quedaron marcadamente por debajo de la inflación”, al tener en cuenta el Índice de Salarios del INDEC, que desde diciembre de 2019 hasta septiembre del 2023 (último dato disponible), reflejó una suba acumulada de 683%.

De esta manera, desde LyP indicaron que “la pérdida de poder de compra ha sido significativa” y pusieron como ejemplo que “el azúcar aumentó 2.237%, los huevos un 1.395%, el arroz 1.341%, la carne de cuadril 1.043% y la yerba 895%, según el propio relevamiento del INDEC”.

Estanflación en la última década

Con respecto a la situación que parece ser una regla de los últimos años en el país, el informe puntualizó que “en los 12 años que van de estanflación, la inflación se aceleró del 22,8% anual en 2011 al 142,7% registrado en octubre de 2023. Es decir, una suba de 119,9 puntos. En todo ese lapso, la inflación anual más baja registrada en Argentina fue del 21,4%, en julio de 2017, es decir claramente en la zona de dos dígitos”.

Asimismo, indicó que “desde la salida de la convertibilidad en el año 2002, la inflación acumulada por cada mandato presidencial fue superando a la del anterior”, precisando que  “en los 129 meses que duró la Convertibilidad (abril 1991- enero 2002), el índice de precios acumuló una suba de 48,3%”.

La inflación de cada Gobierno en los últimos años

  • Néstor Kirchner 63,1% (2003-2008)
  • Cristina Fernández de Kirchner: 122,1% (2008-2011) y 171,8% (2011-2015)
  • Mauricio Macri: 295,7% (2015-2019)
  • Alberto Fernández 813,7% (2019 - hasta octubre 2023).

Por su parte, el nivel de actividad económica, medido a través del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del INDEC, ha oscilado en torno a los mismos niveles durante los últimos 12 años, mientras que la inflación se ha mantenido por encima del 20% anual, y en ascenso, desde el 2010.

En septiembre de 2023, último dato disponible, el EMAE se ubicó apenas 2,7% por encima del promedio de 2011. Lo que desde LyP consideran como “señal de un estancamiento que perdura desde hace más de una década”.

A su vez, indican que “la población argentina creció un 13,1%, lo que nos ha llevado a una persistente declinación del ingreso por habitante” y precisaron que “con estimaciones oficiales hasta septiembre, el ingreso por habitante se encuentra en los niveles de abril del año 2007”.

El Director Ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, advirtió que “lo malo es que no terminará hasta que el nuevo gobierno empiece a resolver los problemas de fondo” y aseguró que para eso se debe “presentar la hoja de ruta y avanzar en las reformas estructurales”, que incluyen la eliminación de “todos los controles de precios y regulados; la salida a un tipo de cambio único; un Banco Central independiente que no financie al Estado; la quita de los subsidios a las tarifas de servicios públicos a los que pueden pagar”.

En caso de avanzar en la dirección planteada por Abram “recién el 2do semestre empezará a bajar la inflación y recuperarse la economía”, mientras que “si se siguen haciendo las reformas, luego la mejora se acelerará”.