El ministro de Economía, Sergio Massa, mantuvo en el inicio de febrero su política de control de gastos, ya que de acuerdo con estimaciones privadas las erogaciones de la primera semana del mes en curso cayeron 24,3% en relación a igual período del año pasado.

Según revela el Monitor del Ajuste del Gasto que elabora la consultora Analytica, en los primeros siete días de febrero el gasto primario se desplomó 41,4% con relación a la última semana de enero.

“Se trata del nivel de gasto real más bajo desde la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía. Los ajustes más significativos en términos interanuales se concentran sobre la obra pública y las asignaciones familiares y por hijo”, señala el reporte.

El ministro de Economía procura así consolidar el frente fiscal con el objetivo puesto en llegar a fin de año con un déficit primario del 1,9% acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año, sobre todo, en el contexto en el que la recaudación de impuestos da señales de debilitamiento.

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El próximo miércoles 22 de febrero la Secretaría de Hacienda dará a conocer los resultados del Sector Público Nacional (SPN) de enero, el cual se ubicaría dentro de los parámetros previstos.

Massa tiene la complicada tarea de seguir emprolijando los números del Estado argentino en medio de un contexto de presiones cambiarias y en un año de elecciones presidenciales en el que generalmente los gastos suben en la segunda mitad del año.

Algunos analistas plantean que a partir de junio el gasto se podría ir relajando compensando el ajuste que se hace en la primera mitad del año.

Según trascendió, el equipo económico considera que tendrá algo de margen para ello, ya que se supone que este año la economía podría crecer un punto por encima de lo previsto con el FMI.

El organismo de crédito había estimado que el PBI argentino iba a avanzar este año un 2%, pero luego cambió las estimaciones a 3%. En función de ello, al equipo le quedaría cierto margen fiscal para subir el gasto sin complicar la meta del déficit.

En un par de semanas una delegación argentina viajará a Washington para cerrar los números del 2022 y conseguir un desembolso de u$s5.400 millones. Las metas del año pasado ya se alcanzaron, pero quedan algunas dudas por las de 2023 y ese será el tema de las nuevas conversaciones.