Ante la expectativa de un acuerdo de intercambio de información fiscal con Estados Unidos, y la posibilidad de un nuevo blanqueo de fondos, los argentinos que mandaban dólares al exterior suspendieron esa clase de operatoria.

Así lo indicaron a Noticias Argentinas fuentes del sector tributario, quienes plantearon que los anuncios del gobierno generaron “intranquilidad” entre aquellos que habitualmente enviaban divisas al exterior.

No se trata solo de gente que envía fondos a cuentas no declaradas, sino que está afectando a quienes también tienen sus papeles en regla ante el fisco argentino.

El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció la firma de un acuerdo de intercambio recíproco de información con Estados Unidos, aunque desde el sector privado se entiende que el gobierno no va a tener tiempo, por lo menos en el marco de lo que queda de su gestión, para poder hacer ajustes en función de los datos que reciba.

Por ello se mandará de un proyecto de blanqueo de capitales al Congreso, que se sumará al que está vigente, el cual tiene la obligación de repatriación de dinero e invertirlo en proyectos de la Construcción. 

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El Ministerio de Economía busca así que se genere recaudación fiscal antes de que concluya el mandato de Alberto Fernández, por vía del impuesto especial que se le fijará a los fondos exteriorizados. 

Massa indicó que el proyecto de ley tendrá tres etapas, en las que la alícuota será más baja para aquellos que entren antes, y más cara para los que demoren. Por caso, el actual blanqueo se inició con 5% y ahora está en etapa del 10%. 

Hernán Letcher, titular del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) consideró que “probablemente el gobierno tenga éxito con la exteriorización”, porque consideró que todos los que aparezcan en los datos que pasen las autoridades fiscales norteamericanas “van a ir automáticamente” al blanqueo.

Además consideró que “hay que tener en cuenta que en el blanqueo del anterior gobierno la mayor exteriorización provino de fondos de Estados Unidos”, sobre todo del estado de Delaware, que es una especie de paraíso fiscal.

Al respecto, el tributarista, César Litvin, planteó que la aplicación del nuevo acuerdo de intercambio de información fiscal con Estados Unidos “podría demorarse”, en función de los tiempos que se están manejando.

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“Hay muchas personas que pueden blanquear pero quieren dejar sus fondos en el exterior”, explicó al recordar la exteriorización de capitales del 2016 del gobierno de Mauricio Macri que no tenía obligación de repatriación.

Por su lado, el tributarista Sebastián Domínguez planteó que los beneficios de una mayor recaudación que surgiera del acuerdo de intercambio de información fiscal con Estados Unidos lo tendría el próximo gobierno, si los argentinos con fondos en el exterior no declarados, no entran al blanqueo.

Domínguez, socio de SDC Asesores Tributarios, recordó que la idea de lanzar un blanqueo combinado con el anuncio de un acuerdo fiscal, con el país del norte, no es nuevo ya que estuvo presente en 2016, cuando se firmó el convenio general.