Las provincias emitieron deuda en dólares como nunca antes en su historia en los últimos cuatro años y ahora están muy complicadas para abonar los vencimientos de capital e intereses por lo que los gobernadores ya proyectan la renegociación de pasivos.

La recesión económica no da respiro y la recaudación federal de impuestos (que se coparticipa) y los ingresos propios vienen en caída libre frente a la inflación, por lo que a las provincias se les hace cada vez más complicado poder cumplir sus compromisos externos.

La decisión del gobierno de La Rioja de no pagar el cupón de intereses por 14 millones de dólares que venció el 24 de febrero y tomarse los 30 días de gracia para renegociar los términos con los acreedores volvió a poner en el centro de la escena la preocupación que generan las deudas de las provincias.