El comercio entre la Argentina y Brasil acumuló un saldo positivo de US$ 107 millones en los primeros seis meses del año, según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).

“Es un cambio alentador si se lo compara con el déficit acumulado de 3.504 millones de dólares en igual tramo de 2023”, indicó la entidad.

En otro sentido, las exportaciones aumentaron 2,4% en los primeros seis meses de 2024 con respecto al mismo período de 2023. Mientras que las importaciones desde Brasil disminuyeron un 36,7% en el mismo tramo.

La CAC afirmó que la suba interanual de las exportaciones de Argentina hacia Brasil registrada en junio (8,8%) vino en consecuencia al alza de trigo y centeno no triturado. 

Hay otras categorías como la venta de vehículos automotores para transporte de mercaderías y usos especiales, tales como polímeros de etileno en forma primaria y petróleo bruto o aceites minerales bituminosos en bruto.

La baja interanual de las importaciones argentinas se explicó principalmente por el descenso de soja, partes y accesorios de vehículos automotores, productos semiacabados como lingotes, barras de hierro, ángulos y perfiles de acero. 

Productos laminados planos, de los mismos minerales mencionados anteriormente. Esto acumula una merma de 50,8%.

A pesar de ese panorama, Argentina se posicionó como el quinto proveedor del país carioca. Las potencias económicas que nos preceden son los gigantes de China, Estados Unidos, Alemania y Rusia. 

Sin embargo, se ubicó cuarta en el ranking de los compradores del país vecino, es decir detrás de China, Estados Unidos y Holanda.

Por otra parte, la consultora ABECEB proyecta para el segundo semestre del año que los niveles de importación continúen relativamente comprimidos respecto a 2023. En un contexto en que la actividad económica y el consumo mostrarían signos de recuperación.

La apreciación del peso real del peso y la baja del impuesto país, podría estimular algo más la dinámica importadora a partir del cuarto trimestre del año. Tendrán un impacto balanceado sobre el comercio bilateral entre ambos países.

La perspectiva de crecimiento de la economía brasileña es de 1,9%, son peores que las de 2023 (2,9%) pero mejores que las esperadas durante todo el primer cuatrimestre (1,8%).

Un factor que impacta en el comercio bilateral de forma ambigua son las inundaciones registradas recientemente en el Estado de Rio Grande do Sul. 

Esto afectó a las importaciones y exportaciones de los sectores automotrices altamente integrados entre  cada país.