La resiliencia en los negocios es una cualidad que puede colaborar con la subsistencia de una empresa. Esta habilidad considerada "blanda" encierra el poder para sobreponerse a los tiempos de crisis, guerra o recesión económica.

¿Cómo fomentarla en un equipo?

El concepto de resiliencia en los negocios no nació como tal, de hecho, su origen está ligado a la neurología y psiquiatría. Fue en 1937 cuando el médico Boris Cyrulnik desarrolló este concepto con base en la teoría del apego de John Bowlby. 

Según su autor, ser resiliente es la capacidad para "renacer desde el sufrimiento", como el ave Fénix que se levanta de las cenizas. Tener una actitud resiliente es superar los obstáculos con una mirada positiva que, además, ayude a minimizar los efectos traumáticos de una crisis a nivel mental.

Leer: Orlando Ferreres: "Patricia Bullrich me pidió que diseñe un modelo bimonetario, como el de Uruguay o Perú"

Una actitud resiliente favorece la adaptación de un líder y su empresa a todo tipo de contextos. Es una habilidad que provee ventajas a quienes la desarrollan porque impacta de manera positiva en diferentes aspectos, tales como capacidad para tomar buenas decisiones, incluso en momentos de extrema tensión; ventaja competitiva para crecer y posicionarse en contextos de recesión; mejoras en la motivación del equipo y, en consecuencia, mayor productividad; aprender de los errores y las malas decisiones; favorecer la respuesta operativa durante épocas de gran caudal de trabajo; adaptabilidad del negocio a cualquier contexto, junto con una visión más amplia de las oportunidades del mercado.

Afirmaciones como "la recesión es lo que no permite que mi negocio avance", "nadie puede crecer en este país, si la inflación se come todos los ingresos", son síntomas de falta de una actitud resiliente.

Si se quiere despegar con un negocio, incluso en situaciones poco favorables, la resiliencia es la cualidad que se tiene que ejercitar desde hoy.

La resiliencia se expresa de varias maneras en la actitud de una persona como una fortaleza especial en el plano emocional, psicológico, social e incluso físico. Son personas que pueden afrontar con integridad las dificultades que se le presenten y tomar lo mejor de "lo peor".

Cuando hablamos de negocios, la resiliencia se manifiesta en las características que un líder y sus colaboradores tienen como herramienta para mejorar su productividad.

Un equipo preparado para superar todo tipo de pruebas será capaz de: mantener la calma en el ojo de la tormenta; elegir las mejores soluciones para los conflictos internos; encontrar respuestas rápidas a las crisis externas en las que se ven sumidos; cambiar de rumbo y adaptarse favorablemente cuando las circunstancias lo requieren; aprender sobre la marcha para evitar situaciones problemáticas en adelante.

Un equipo resiliente donde líder y colaboradores estén preparados para "girar el timón" cuando el barco se dirige a la ruina puede esquivar cualquier iceberg. Hoy, la resiliencia es una de las habilidades blandas más buscadas en el reclutamiento de talentos.

La resiliencia está conformada primordialmente por una predisposición positiva frente a las situaciones de conflicto. Esto requiere de una preparación mental que se entrena de a poco.

Warren Buffett inicia sus mañanas leyendo libros que sirvan para nutrir su mente y noticias que le brinden una visión amplia del mercado. Además, dedica un tiempo determinado a reflexionar sobre las lecturas y desarrollar la propia conciencia. Este es un hábito que, sin dudas, motiva la resiliencia en el
desempeño laboral.

Jeff Bezos asegura que conocer a sus clientes es lo que le permitió desarrollar un negocio sin límites que triunfa en todo el mundo.

Pero, ¿qué es conocer las necesidades del cliente, sino desarrollar la empatía? Un negocio que funciona necesita de un líder que comprenda las emociones, tanto de sus clientes, como de sus colaboradores.

Una mente positiva es capaz de cualquier cosa, si uno se ahoga en los problemas y los refuerza desde sus pensamientos, no se logrará alcanzar soluciones. Hay que ejercitar una visión positiva que permita encontrar la luz al final del túnel.

Uno de los puntos esenciales en la cualidad de resiliencia es la motivación y el propósito. ¿Por qué?, porque eso es lo que ayuda a levantarse luego de una fuerte caída, o a mantenerse fuerte mientras otros se quedan en el camino. Mantener un espíritu obstinado implica saber con exactitud hacia donde uno se dirige.

Elon Musk impulsó su carrera con la fuerte convicción de que podía hacer cosas que cambiaran el mundo y mejoraran la calidad de vida. Este objetivo le permitió iniciar numerosas pruebas que incluso su equipo veía inútiles.

Los resultados están a la vista, pero esto fue posible porque no tuvo miedo a errar y se levantó de cada uno de los fracasos hasta conseguir el prototipo buscado. Ese es el camino, visualizar los objetivos con convicción, aun entre los obstáculos que se presenten.

Aquellos que no tienen miedo a errar, tampoco tienen miedo a cambiar de rumbo cuando las condiciones lo requieren.

Si un negocio está siendo devorado por la recesión económica, sobrevivir implicará animarse a realizar cambios. 

Un hábito que debe adoptarse es el de escoger colegas y relaciones cercanas con cuidado, buscando personas optimistas. La resiliencia es una cualidad que puede contagiarse con facilidad si se reúnes con las personas adecuadas.

Si de verdad se quiere construir un negocio resistente a todo tipo de circunstancias, debe hacerse de la resiliencia el valor corporativo más relevante.

Entrenar a los equipos en una actitud positiva frente a sus tareas. Se logrará una mayor motivación, productividad y sustentabilidad para la empresa, incluso en las condiciones más adversas.

(*) - Fernando Colosimo es consultor en Generación de Nuevos Negocios.