La Federación Argentina de Cámaras de Comerciantes en Repuestos del Automotor de la República Argentina (FACCERA) exteriorizó su "más absoluto rechazo" a cualquier intento de modificación de la Ley 25.761, que regula el funcionamiento de los desarmaderos y la venta de repuestos de segunda mano.

La entidad reclama que, por el contrario, las autoridades judiciales y policiales de distinta jurisdicción –nacional, provincial y municipal– acentúen el control sobre el desarmado de vehículos y la consecuente comercialización de sus partes, haciendo cumplir la ley.

"En un contexto de creciente inseguridad, sobre todo en los grandes conglomerados urbanos del país, solo debe permitirse el funcionamiento de las empresas debidamente autorizadas y fiscalizadas para esa actividad", precisó la Federación, que tiene 46 años de trayectoria y es representativa de unas 15.000 casas de venta mayoristas y minoristas distribuidas a lo largo del país.

La Ley 25.781 es clara y contundente en el sentido de que solo pueden comercializarse en el mercado 30 partes y piezas de segunda mano debidamente estampilladas que no están vinculadas con los mecanismos de seguridad con el cual funcionan los vehículos.

"FACCERA rechaza también de plano que se estén produciendo faltantes de partes y piezas nuevas. Por el contrario, la caída de la actividad económica en general ha producido una sobreoferta de repuestos, con bajas de precios, que es visible en todos los mercados, pequeños y grandes, del país", indicó la entidad.

De esta manera, respondió a un reclamo hecho días atrás por la Cámara de Recuperadores y Venta de Autopartes (CARVA), que había rechazado una vieja normativa que permite que solo se recuperen 30 piezas de autos que llegan al final de su vida útil.

Esa situación  provocaba que en la Argentina se desecharan piezas por casi 600 mil millones de pesos, algo que podría evitarse si se actualizara la ley, tal como reclama CARVA.

El dato que impacta es que, por ejemplo, se desechan al año 150.000 neumáticos reutilizables y 35.000 kilos de piezas de chapa en excelente estado.

Ante esta situación, FACCERA salió a responder y explicó que "en todo caso, si se quiere aumentar la oferta de repuestos en el mercado interno, el Gobierno debería actuar como ha dicho que lo hará en otros rubros".

Y detalló una serie de pedidos:

-Abrir la importación de aquellos repuestos, partes y piezas que no se producen en el país, o que pertenecen a modelos no fabricados aquí.

-Mantener el acceso a los dólares para el pago de los insumos importados a las fábricas nacionales de repuestos y finalmente.

-Acelerar una baja en los impuestos que inciden sobre estos elementos de primera necesidad para el funcionamiento de su parque automotor.

Al mismo tiempo, FACCERA insta a las autoridades competentes a que una vez extraídas las partes autorizadas para su venta y fiscalizadas mediante un sello de origen, los vehículos siniestrados sean compactados.