FERTILIZAR AC presentó recientemente el programa SUMA P (P símbolo del fósforo) con el objetivo de promover el uso del nutriente en cultivos y corregir su déficit, que se observa en casi todas las regiones agrícolas. También se hace extensivo a la promoción de la fertilización de pasturas y pastizales como una estrategia para aumentar la productividad de los sistemas ganaderos en el país. 

El coordinador técnico de la asociación, Esteban Ciarlo, resaltó que el fósforo juega un papel fundamental en la definición del rendimiento y la productividad, pero que actualmente la aplicación no cubre en muchos casos el requerimiento de los cultivos y está lejos de cubrir las extracciones que se genera con las cosechas ya sean granos o forraje. “Las plantas leguminosas, como la alfalfa o la soja, necesitan mucho fósforo para fijar el nitrógeno atmosférico y así autoabastecerse de otro nutriente esencial ", advirtió. 

Por su parte, la ingeniera agrónoma Alejandra Marino, de la Unidad Integrada Balcarce, destacó la importancia de fertilizar las pasturas como una herramienta para asegurar la sostenibilidad de los sistemas ganaderos. El programa SUMA P surge como una respuesta técnica respaldada por investigaciones sobre la dinámica del fósforo en el suelo y el impacto de su deficiencia en los cultivos. Se generó un compendio técnico que abarca 6 ejes temáticos, entre los que se destacan la importancia del fósforo para las plantas, animales y humanos, el diagnóstico de suelos, y las mejores prácticas de fertilización. 

En el caso de la producción ganadera, la Ing. Agr. Marino destacó que el manejo adecuado de los nutrientes en suelos destinados a la producción de pasto es fundamental para mejorar la calidad del forraje y maximizar la producción de carne. "Lo primero que debemos tener en cuenta es que las pasturas, como cualquier cultivo, necesitan nutrientes para crecer y aprovechar eficientemente los recursos que le ofrece el ambiente", explicó la especialista. En este orden, apuntó que la disponibilidad de fósforo es un problema común en muchos campos ganaderos. "Los mapas de suelos muestran una clara deficiencia”. "En promedio, los sistemas ganaderos de la región producen 3.000 a 6.000 kg MS/ha/año. Una pastura bien manejada puede aportar 200 a 300 kg carne/ha/año. Sin embargo, si se realiza una correcta fertilización, especialmente con fósforo en pasturas base leguminosas, estos números pueden aumentar significativamente", aseguró Marino. Agregó que, en campos con un manejo adecuado de nutrientes, la producción de carne por hectárea puede superar los 500 kilos por año, lo que representa un incremento de más de 50% en productividad. 

Marino remarcó así que la fertilización de las pasturas “es una inversión” que tiene impacto directo no sólo en la rentabilidad sino también en la sustentabilidad de los sistemas ganaderos. "Se pueden lograr sistemas más productivos y sostenibles". 

Con datos de la OMS y de la FAO, la entidad viene remarcando la importancia de tener en cuenta la nutrición de cultivos apuntando a mejorar la calidad de los alimentos, y recordó que la carne contiene hierro, magnesio, calcio y vitaminas B, C y D. En este orden, apuntó que el pasto producido tanto por los pastizales naturales como las pasturas puras o consociadas, pueden proporcionar los nutrientes que necesitan los animales en pastoreo. También tienen una gran importancia ecológica, ya que contribuyen a la regulación del clima, la polinización, la purificación y recarga de acuíferos y la captura de carbono. 

Para resumir, ambos especialistas coinciden que: “más nutrientes, más pasto, más carne, más leche y más sustentabilidad… y todo en la misma superficie”.