El presidente de la Cámara de Matarifes de la República Argentina (CAMyA), Leonardo Rafael, sostuvo que el precio de la carne “va a subir” la semana próxima en nivel que podrían llegar hasta un 20% si se incluye el ajuste del 12% que tuvo la hacienda antes del inicio del paro de los productores dispuesto por la Mesa de Enlace.

Para Rafael, el problema del alza del precio de la carne no resuelve con la suspensión de las exportaciones sino con “incentivos a la producción”, al tiempo que alertó que si el stock ganadero sigue “planchado”, la suba de precios volverá a ocurrir.

En declaraciones a La990, el titular de la cámara admitió que aún es prematuro para hacer una evaluación de la situación y una proyección de los precios, ya que aún resta definir si el levantamiento del paro es definitivo o con la posibilidad de restablecerlo, una opción que abriría una “puja especulativa” por el abastecimiento de las cámaras frigoríficas, con el consiguiente impacto en los valores de venta.

“Se necesitan unos 5 días desde la faena hasta que los cortes lleguen al mostrador”, indicó, al tiempo que señaló que los matarifes no quieren “quedar de rehenes” en la disputa entre el Gobierno y la dirigencia agropecuaria.

Rafael reconoció que “la hacienda va a subir, lamentablemente, porque los primeros días va a haber una puja muy importante por la demanda y los precios van a quedar muy arriba”. Asimismo, aseguró que “el lunes o el martes” podría “empezar el desabastecimiento” en algunas carnicerías que no hayan sido abastecidas.

En cuanto a los precios, destacó que “el mercado quedó con una vara alta, porque el miércoles anterior al paro, ante la posibilidad de que se tomara la medida, el Mercado de Hacienda tuvo un incremento del 12 por ciento y ese piso ya quedó”.

Con ese incremento, una vez que se levante el paro el precio acumularía una suba del “15 al 20 por ciento”, sujeto a que “si se levanta el paro, sea por un lapso largo para que se pueda acomodar el mercado”.

Rafael sostuvo que “el Gobierno desconoce la actividad, si no la prohibición de la exportación no la hubieran hecho”, al tiempo que aclaró que “la vaca que se exporta a China no incide en el consumo interno y en consecuencia la suspensión de las ventas externas “no puede traccionar una baja”.

“Tomaron la medida sin consultar a toda la cadena, se dejaron guiar por un eslabón solitario”, dijo. También advirtió que “cada vez hay más habitantes y el stock (ganadero) quedó planchado y hasta retrocedió, por años sin una política clara de incentivo al productor”. “Es muy simple, si no sostenemos la producción no tenemos materia prima. Si no crece el stock ganadero, vamos a volver a tener este problema en cualquier momento”, finalizó.