El economista Carlos Melconian estimó que la inflación de este año será más alta que la de 2021 y consideró además que "es muy probable que haya que hacer un ajuste, con o sin el FMI".

"La inflación puede crecer sin ninguna duda. A este Gobierno, eso lo ayuda en términos macroeconómicos, aunque ante su propia hinchada lo mata", sostuvo el ex presidente del Banco Nación.

En ese sentido, explicó: "Cuando digo que lo ayuda, es con una inflación alta y estable. Si pasa del 52 al 65% lo sigue ayudando. Pero guarda con creer que con tres dígitos de inflación dominás el problema. En los '80 tener tres dígitos era una papita, pero ahora es peligrosísimo".

"Ir para tres dígitos, implica que la inflación mensual tiene que ir a dos dígitos. En abril de 2002, hubo 14% de inflación y temblaron los planetas", enfatizó. Y consideró que "inspirarse" en el ministro de Economía de ese entonces, Jorge Remes Lenicov, "no sirve, porque ahora no se viene de un país capitalizado y sin inflación como tuvo él para tirar de la piola. Si lo hacés hoy, te vas a la hiperinflación".

A su criterio, "ahora, cuando se presenta toda la alharaca de haber controlado los números fiscales, es por el efecto de la inflación. Tenemos inflación alta y estable", que trepó al 51,9% en 2021.

En declaraciones radiales, Melconian indicó además que el año pasado "no terminó bien en cuanto a la cuestión fiscal: terminó con un rebote económico, pero con mercados financieros muy malos. En una economía normal, esto contagia a la economía real, así que es muy probable que haya que hacer un ajuste, con o sin el FMI".

"Uno puede hacer una diferencia con o sin FMI, porque sin Fondo se va a mover mucho la economía, pero es difícil pensar en alguien que pueda limpiar la situación. Es temprano en pensar en un Remes Lenicov", expresó.

Al respecto, recordó que "el segundo semestre de 2015 a Cristina Kirchner se le vio facilitado no solo porque tenía altas reservas, sino porque había un candidato que generaba un corte absoluto como Mauricio Macri, que generaba buenas expectativas; todo eso provocaba calma".

"Y eso siempre juega a favor, pero ahora faltan dos años de este Gobierno, no hay reservas, está obligado a definir lo que quiere con o sin el FMI, lo cual es matador en la cabeza del que quiere llegar solamente", subrayó. El economista afirmó que "cuando se juntan todas estas circunstancias, vuelvo a la idea de que en los próximos 60 a 90 días hay que tomar decisiones porque el avión se va a mover".

"La decisión no es pagarle o no al FMI: es tener un contrato. Un acuerdo les conviene a los dos. Saben que reformas estructurales no habrá y que será un programa para tirar para adelante", enfatizó. Por último, consideró que "el conflicto es que necesitas juntar un millón de toneladas para armar un programa que baje el déficit fiscal, pero el Gobierno no quiere hacer nada y que el ajuste lo haga el próximo Presidente"