En agosto de 2024, los precios de los alquileres en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) aumentaron un 5,3%, con lo que superaron la inflación del 4,2% registrada en el mismo mes, según el último informe del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (CUCICBA).

A pesar del alza reciente, los alquileres en la ciudad acumulan una suba del 39,1% en lo que va de 2024, muy por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que alcanza un 94,8%. Esto significa que los alquileres se mantienen 55,7 puntos porcentuales por debajo de la inflación.

Si bien esto refleja la pérdida de poder adquisitivo que enfrentan los propietarios frente al avance de los precios generales, también es consecuencia directa del comportamiento del mercado tras la derogación de la Ley de Alquileres. Tanto los precios como la oferta -especialmente en dólares- han sido ajustados.

Según datos de Zonaprop, el 51% de los departamentos de dos ambientes se ofrecen en dólares, mientras que el 49% restante continúa en pesos. El valor promedio de un alquiler en dólares se ubicó en 586 dólares, una caída del 6% en comparación con agosto de 2023.

La oferta de alquileres en dólares vuelve a crecer

En los últimos meses, la oferta de alquileres en pesos había mostrado una leve tendencia alcista. Sin embargo, en agosto, la publicación de propiedades en dólares volvió a ganar terreno. Este fenómeno afecta especialmente a los inquilinos que perciben sus ingresos en pesos, quienes deben enfrentar la doble dificultad de lidiar con el aumento de precios y la incertidumbre cambiaria.

La dolarización del mercado de alquileres restringe aún más el acceso a la vivienda, en un contexto donde la inflación y la inestabilidad económica presionan sobre los salarios. 

Según CUCICBA, muchos propietarios han optado por dolarizar sus propiedades ante el temor a la devaluación, lo que genera una oferta limitada en pesos, particularmente en barrios céntricos y de alto poder adquisitivo. 

Frente a esta situación, algunos inquilinos están optando por soluciones alternativas, como alquileres temporales o la búsqueda de propiedades en zonas periféricas, donde los precios tienden a ser más bajos. Además, ha crecido el interés en esquemas de alquiler con cláusulas de ajuste trimestral o semestral, como una manera de lidiar con la volatilidad económica. 

Expertos del sector señalan que esta modalidad permite que los contratos se adapten más rápidamente a la inflación, pero no deja de ser una carga para los inquilinos, quienes ven su poder adquisitivo erosionado de manera constante.

Las proyecciones para los próximos meses indican que los alquileres seguirán ajustándose, aunque su capacidad de seguir el ritmo de la inflación dependerá en gran medida de la estabilidad cambiaria y las medidas que pueda adoptar el próximo gobierno.