Por Antonio D'Eramo

La empresa estatal Energía Argentina (Ex IEASA), conducida por Agustín Gerez, adjudicó las válvulas de 20,24, 30 y 36 pulgadas de diámetro a empresas de capital nacional y subsidiarias de multinacionales del sector petrolero que serán entregadas por los fabricantes durante el mes de enero de 2023, lo que asegurará que el gasoducto Néstor Kirchner, este operativo para el primer día del próximo invierno austral. 

La firma nacional Válvulas Worcester obtuvo la adquisición de un grupo de válvulas de 20 y 24 pulgadas y Cameron Argentina, una empresa subsidiaria de Schlumberger, fabricará 56 válvulas de 36 pulgadas.

El gasoducto Néstor Kirchner, la obra de infraestructura más importante llevada adelante por la administración de Alberto Fernández que tiene un costo cercano a los 2.500 millones de dólares y permitirá incrementar la capacidad de transporte de gas en 24 millones de m3 diarios que evitarán onerosas importaciones del fluido que dejaron vacías las arcas del Banco Central durante el invierno que acaba de terminar, es el objetivo central del gobierno para equilibrar las cuentas y garantizar energía a la industria y los hogares.

Noticias Argentinas había señalado que el ministro de Economía, Sergio Massa y su equipo, no estaba decidido a tolerar demoras en su construcción y, el propio jefe de la cartera económica, se había encargado de recordarles a los empresarios del sector que se impondrán fuertes multas por cada día de atraso en la obra. 

Cerca del ministro de Economía Sergio Massa explican que las empresas contratistas, BTU, TECHINT, Sacde, saben que “por cada día de demora serán multados en torno a los 100.000 dólares diarios. Mientras que si entregan las obras en condiciones antes del 20 de junio, pueden ser beneficiadas con 100.000 dólares diarios. Por lo que no es sólo una cuestión de abogados y demandas. Existe un incentivo económico para que nada falle”.

Sin embargo, las luces rojas de advertencia de problemas se habían encendido en un área clave de la obra. La adquisición de las válvulas que son fundamentales en la construcción de cualquier gasoducto.

Son necesarias 140 válvulas para el correcto funcionamiento del gasoducto Néstor Kirchner. Una obra que básicamente consiste  en una conducción de tuberías por las que gases combustibles,  circulan a alta presión desde un punto de origen hasta un centro de distribución. Se construyen enterrados en zanjas a una profundidad habitual de un metro y hasta dos metros, dependiendo del terreno y la seguridad.

Ahora bien, las válvulas son tan vitales e importantes como los caños para un gasoducto que no puede prescindir de ellas porque, por razones de seguridad, las normas de todos los países establecen que a intervalos determinados se sitúen válvulas en los gasoductos, mediante las que se pueda cortar el flujo de gas en caso de algún incidente, como la falta de presión por una fuga del fluido.

Enarsa había lanzado la primera licitación de las válvulas en junio pero el proceso fue declarado desierto. Durante agosto, el directorio de la compañía resolvió aprobar un llamado para una contratación directa competitiva en la que fueron invitadas ocho empresas y seis compañías presentaron sus ofertas,  Valvtronic, Wenlen, Cameron Argentina, Kioshi, Valbol y Tormene Americana.

Finalmente se cerró acuerdo con Cameron y Valbol y si se cumplen los plazos de entrega de los productos el gasoducto que correrá desde la cuenca de Vaca Muerta en Neuquén hasta Salliqueló en la provincia de Buenos Aires estará operativo según el calendario propuesto por el gobierno.