Las Islas Vírgenes Británicas son uno de los principales paraísos fiscales del planeta, tanto por sus ventajas impositivas como por las facilidades en los trámites para abrir una sociedad en tiempo récord y sin el pago de impuestos, lo que las transformaron en la opción elegida por más de 800.000 empresas y particulares en las últimas tres décadas

Más allá de la reciente revelación de la Unidad de Inteligencia del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (FinCEN) sobre las operaciones off shore de Marcelo Tinelli y otros empresarios, la flexibilidad de requerimientos para abrir una sociedad en las Islas Vírgenes sorprendería a quienes están habituados a interminables gestiones burocráticas y el pago de impuestos y tasas a diferentes jurisdicciones.

En definitiva, esa diferencia es la que marca el incentivo para algunos de abrir sociedades en paraísos fiscales e incluso invertir el orden del planteo y señalar que, en realidad, lo que buscan es escapar de los "infiernos fiscales" de otras latitudes.

Tras obtener su autonomía en 1967, una serie de ventajas legislativas sobre un sistema jurídico basado en el Derecho inglés generó un ambiente propicio para determinadas operaciones financieras, cuyos operadores buscan el mejor tratamiento impositivo posible.

En concreto, no existen impuestos sobre sociedades comerciales, más allá de una cuota anual por licencia de US$ 350.

Por si fuera poco, en las Islas se cuenta con servicios de abogados y consultores financieros "a la medida de cada necesidad".

Asimismo -y mucho antes de que la pandemia hiciera esa opción como inevitable en muchos casos- quienes quieran abrir una sociedad tienen la opción de hacerlo por vía remota.

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Las Islas Vírgenes Británicas, uno de los principales paraísos fiscales

En tiempos en los que la Inspección General de Justicia obliga en la Argentina la conformación con paridad de género en las sociedades, las Islas Vírgenes Británicas sólo ponen como condición un solo dueño, un accionista y un director, que pueden ser a su vez la misma persona.

Además, la estructura de la nueva empresa puede ser diseñada conforme a los requerimientos de cada cliente.

Los accionistas, directores, y funcionarios de una sociedad offshore en las Islas pueden ser personas físicas o jurídicas de cualquier nacionalidad y las reuniones de accionistas y directores pueden ser celebradas vía remota sin necesidad de acudir a las islas.

Una importante ventaja jurídica adicional es que si un gobierno o ente extranjero determinase incautar las acciones de la sociedad o cualquier otro bien relacionado, el accionista o su abogado representante puede solicitar al tribunal de las islas desatender cualquier solicitud de incautación.

Si a eso se le añaden las condiciones paradísíacas de sus paisajes y una infraestructura turística y hotelera similar a otros puntos estratégicos del Caribe, las Islas Vírgenes Británicas se muestran como uno de los centros elegidos para las sociedades off shore.

Quizás por eso pueda parecer contradictoria la leyenda de "Vigilate" que figura tanto en su bandera como en su escudo, nada menos en un paraíso fiscal que hizo de la elusión de la vigilancia impositiva su principal emblema.