La producción de acero crudo tuvo un crecimiento anual acumulado del 4,5% durante el año pasado, con respecto al 2021, informó en un comunicado de Prensa la Cámara Argentina del Acero. En cambio, la producción de aceros laminados cayó un 2,8% en el mismo período. Los rubros que impulsaron el crecimiento fueron la construcción, la industria automotriz, el agro y la energía.

Respecto de las importaciones de insumos y productos semielaborados necesarios para la producción reconocen que, si bien se ha flexibilizado en gran medida el acceso al MULC para importación de materias primas esenciales no producidas en el país, continúan las dificultades para importar productos semielaborados e insumos y repuestos necesarios en el ciclo productivo.

Por otro lado, proyectando 2023 advierten que se espera un impacto de la sequía sobre la cadena de valor industrial en los próximos meses: “Se espera que la sequía que actualmente afecta los cultivos tenga un impacto no solo en la demanda de maquinaria e implementos agrícolas, sino también en toda la cadena de valor industrial y la producción siderúrgica” detallaron en el informe.

En el mismo informe exponen que en la comparación intermensual, la producción de acero crudo de diciembre se desaceleró en un 4,2% (439.600 vs 459.000 toneladas) mientras que los laminados cayeron 3,2% (379.300 vs. 391.900 toneladas). Esta desaceleración suele suceder en el último mes del año por cuestiones estacionales.

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Como cerró la demanda 2022 por sector

En el sector de la construcción concluyó el año con un incremento respecto al 2021. Siguiendo los despachos de cemento, hubo un aumento del 7% respecto al año anterior, mientras que, respecto a noviembre de este año, se registró una caída del 18,6%.

En el sector automotriz también concluyó el año con un aumento de la producción del 23,5% respecto al 2021. En sintonía con otros sectores industriales, diciembre resultó en una caída del 30,5% respecto de noviembre por cuestiones de estacionalidad.

Los fabricantes de maquinaria e implementos agrícolas continúan cumpliendo compromisos contraídos hasta el primer trimestre de 2023, pero existe gran incertidumbre sobre la evolución de nuevas operaciones debido a la sequía que está afectando las perspectivas de cosecha futuras.

El sector de la energía se sostiene firme y con buenas perspectivas a futuro.

En el mercado de consumo masivo, los despachos a fabricantes de electrodomésticos comienzan a mostrar signos de desaceleración y a los de envases de latas y aerosoles se mantienen en el mismo nivel, sin incrementos ni caídas