La misión de Argentina que negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI), busca acelerar los acuerdos y superar las principales discrepancias con el organismo para que el gobierno pueda cumplir su promesa de presentar el plan plurianual económico en el Congreso.

La principal diferencia que existe con los técnicos del organismo es el nivel de actividad previsto para 2022, número del que dependen el resto de los puntos a acordar. A partir de ese número se definen el resto de los puntos en discusión como nivel de recaudación impositiva, gasto y reducción del déficit fiscal, que se incluirán el plan plurianual del gobierno.

En medio de un cerrado hermetismo la misión logró algunos avances y esperan cerrar los acuerdos antes del fin de semana, cuando tienen previsto retornar al país, según revelaron fuentes del Palacio de Hacienda. Los niveles de inflación esperados y la acumulación de dólares en las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) en los próximos años, también son temas centrales en la discusión.

Del acuerdo técnico que se esta negociando depende también la redacción futura de la carta intención para el acuerdo, que según lo expresado por el ministro de Economía, Martín Guzmán,  espera cerrar para antes de fin de año. El FMI proyectó un crecimiento económico para el próximo año en un 2,5% y Economía cree que puede llegar al 4%, ya que el arrastre estadístico que deja este año ubica al crecimiento del PBI, como mínimo en la proyección del organismo.

Si los técnicos de Economía y el Banco Central logran imponer su criterio, el Gobierno necesitará un ajuste fiscal menos exigente y menor endeudamiento con los organismos multilaterales de crédito con los que piensa financiar el año próximo los programas sociales y de obras públicas.

El Gobierno dejó trascender que el FMI ya comprendió la inutilidad de una devaluación porque el salto que provoca en la inflación elimina las mejoras de competitividad y afectaría las exportaciones necesarias para sumar dólares a la reservas del BCRA.

Por cada punto de crecimiento económico, las importaciones suben entre 2 y 3 puntos porcentuales y los técnicos del FMI creen que eso provocará, sin un crecimiento sostenidos de las ventas al exterior, que el país no tendrá dólares disponibles para afrontar un mayor nivel de actividad el año que viene.

El ministro de Economía espera conseguir unos USD 5.000 millones que prestarían las entidades multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, para cerrar su plan financiero de 2022,  disminuyendo así la necesidad de un ajuste fiscal mas alto.

En el proyecto de Presupuesto, se estimó que los organismos internacionales desembolsarían cerca de U$S15.000 millones el próximo ejercicio, una cifra que sería récord, para destinarlos como financiamiento alternativo a los programas y obras de infraestructura previstos en en esa ley para el año próximo.

Si el gobierno logra que el FMI acepte un crecimiento mayor al 2,5%, también iría ajustando el déficit fiscal y se reduciría la necesidad de aplicar un aumento muy fuerte sobre las tarifas de la energía y el transporte.