La fragilidad de las reservas queda cada vez más expuesta
La autoridad monetaria toma cada vez más decisiones para restringir la salida de divisas, en un escenario de debilidad que alimenta las presiones de los mercados para devaluar.
La sorpresiva decisión de frenar la venta de pasajes en cuotas para evitar más sangría de divisas levantó un revuelo empresarial y político, y refleja hasta qué punto las reservas del Banco Central están exhaustas.
Si bien el Gobierno jura que la medida será "puntual y momentánea", el sector turístico y hotelero advirtió que se eligió el peor momento para tomarla, justo cuando se trabajaba con todo para recuperar algo de lo perdido en los tiempos más duros de la pandemia.
"¿Será que además de frenar la salida de dólares lo que se busca es impulsar a la fuerza el turismo en la Argentina para reactivar como sea el consumo"?, se preguntaba un experimentado operador turístico consultado por la agencia NA.
La medida se adoptó una semana después de publicarse un informe donde se alertaba con precisión que las reservas líquidas de la autoridad monetaria estaban en zona riesgosa, en alrededor de u$s 800 millones.
Los datos del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres) señalaban que las reservas netas del BCRA se ubicaban en u$s6.540 millones, incluyendo el efectivo, la tenencia de oro (u$s 3.697 millones) y un saldo de los DEG (derechos de giro) enviados este año por el FMI, de u$s 2.033 millones.
Esto último será utilizado, según prometió el ministro de Economía, Martín Guzmán, para hacer frente a un vencimiento de poco más de u$s1.800 millones con el FMI a fines de diciembre.
Desde que se conoció ese informe, y a pesar de que el BCRA estuvo comprando divisas tras las lecciones legislativas, las reservas brutas -que incluyen los depósitos de los ahorristas- igual tuvieron un leve retroceso.
Había u$s42.273 millones y hasta este jueves el Central informó u$s42.237 millones.
Ante un fuerte tironeo en el mercado cambiario, con un sector cada vez más amplio que busca empujar al gobierno a una devaluación de shock, el BCRA puso en marcha entonces un operativo de contención para tratar de cerrar cada vez más grifos por los que se escapan los dólares.
¿Un golpe de nocaut al turismo?
Por la pandemia, el sector turístico fue, junto con hoteles y restaurantes, el más afectado por las restricciones impuestas para circular.
Ese escenario empezó a cambiar a partir de septiembre, cuando se empezaron a flexibilizar progresivamente distintas actividades.
Por eso desde la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT), la Cámara de Líneas Aéreas en Argentina (JURCA) y el operador por internet Despegar salieron a manifestar su desesperación por la medida de impedir las ventas en cuotas de pasajes y estadías.
"Es una medida que impacta directamente sobre nuestro sector golpeando especialmente a las agencias más pequeñas", alertaron desde la FAEVYT.
Recordaron que el sector turístico viene de afrontar la "peor crisis en su historia" y alertaron que está siendo muy difícil "salir adelante".
"Cuando pensábamos que ya no podía pasar nada más, nos encontramos con una decisión del Banco Central que impacta de lleno sobre las agencias de viajes y turismo", reprocharon.
Cuestionamientos políticos.
Las críticas no llovieron sólo desde los empresarios, sino también desde la oposición -vencedora en las últimas legislativas-, que cuestionó con dureza la medida.
El más ácido fue el economista Javier Milei, quien envalentonado por su buena performance en los comicios legislativos que le permitirían entrar al Congreso como diputado, dijo que la medida se trata de una "devaluación sin tocar el tipo de cambio".
Y dijo que las reservas internacionales de libre disponibilidad, las netas, están "perforando el terreno negativo".
También lanzó sus críticas la diputada electa por la Ciudad María Eugenia Vidal, quien calificó a la medida como "otro golpe a la clase media".
De confirmarse esta afirmación, los analistas dicen que no será el último.
Advierten que la quita de subsidios a las tarifas prevista para el año próximo, sumada a que los servicios utilizados por ese sector social -prepagas, taxis, educación privada y otros- son los que más subieron en el último año, representarán otro duro golpe al bolsillo de los sectores medios, donde tres de cada diez ya están casi en la pobreza, según consignó un estudio de la consultora Ecolatina.