El sector agroindustrial está en condiciones de generar más empleo y seguir aumentando la producción en forma sustentable, pero para ello necesita que se fije una "agenda para el desarrollo del campo", señalaron referentes del sector en un encuentro organizado por IDEA.

El coordinador del Consejo Agroindustrial Argentino, Gustavo Idigoras, destacó que la hoja de ruta "agrobioindustrial" argentina promueve generar "más empleo, mayor producción y menos agresión" al medioambiente.

El debate se dio en el marco del evento empresarial realizado en Rosario y la región Centro del país, que buscó generar un espacio de intercambio de ideas y propuestas para escalar la contribución desde el sector agroindustrial al desarrollo sostenible del país.

En los salones del Puerto Norte de Rosario, y en lo que es la antesala del Coloquio de IDEA de octubre, Idigoras, quien también es presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales, participó del panel "Una hoja de ruta para el sector agroindustrial".

"El mundo sigue demandando alimentos pero no como hacía tiempo atrás, pide alimentos sustentables. Quiere saber que capturamos carbono en todos los sistemas productivos, la pandemia cambió el mundo para siempre", explicó.

Dijo que la Argentina es vista como "uno de los grandes líderes agroindustriales del mundo".

Adónde ir

Analizó que el Consejo Agroindustrial Argentino, del que es fundador, nació de irse "adaptando a estos cambios, que llevan tiempo", y explicó: "Todos tenemos el mismo problema, no sabemos adónde vamos, pero todos sabemos adónde queremos ir".

"Por eso se formó el Consejo con 63 entidades, donde los azucareros tienen la misma importancia que los viñateros" y otros sectores agroindustriales, destacó.

Explicó que las entidades que lo conforman decidieron "no irse a quejar sino generar una propuesta, incluido un proyecto de Ley que lograría 300 mil empleos para el sector agroindustrial".

"Tenemos una mesa en materia ambiental por el cambio climático, una educativa, hemos hablado con 15 gobernadores hasta el momento, buscamos generar una política de Estado", señaló.

Para Idigoras, hay "grandes desafíos para los próximos meses, porque hay textos en el mundo que no valorizan el rol del comercio internacional, que da de comer a millones de personas".

"Este mundo pide que debemos dar trazabilidad, que no deforestemos, tenemos mucho, pero tenemos que demostrar que tenemos capacidad de hacerlo, ya tenemos manuales de buenas prácticas, para distintas actividades como la producción de harina", destacó.

Reconoció que "falta mucho, hay que hacer mucho, pero tenemos que tener una agenda más tranquila".

Moderó el panel María Beatriz Giraudo, productora y asesora agropecuaria, presidenta honoraria de Aapresid y miembro de la Red Mujeres Rurales.

Por su parte, Ivo Sarjanovic, director no ejecutivo de Adecoagro, respecto del alza de los precios de los commodities dijo que del lado de la demanda hay dos locomotoras empujando, China y Estados Unidos. 

China con la compra de forrajes, porque está superando la epidemia de fiebre porcina, lo que aumenta su demanda de soja y también de maíz.

Mientras que Estados Unidos demanda aceites vegetales para el biodiésel renovable, lo que moverá algo de girasol en Argentina, la posibilidad de que se cultive también colza, y podrán "surgir alternativas muy interesantes para el país", evaluó Sarjanovic.

En cuanto a la oferta, dijo que "llamativamente hubo problemas climáticos en muchos lugares y sumandos oferta y demanda llevó a la suba de los commodities agrícolas".

Perspectivas

Respecto de las perspectivas, señaló que "quizá sin problemas climáticos, los precios bajen: no sabemos bien cómo será la producción de soja y maíz en Estados Unidos", pero subrayó que se viene el evento climático de la Niña lo que significa sequía para Sudamérica.

Además, estimó que se puede generar una marca país a través de "commoditizar la sustentabilidad". 

Así, por ejemplo, Brasil logró que los productores de algodón reciban precios más altos y abogó por una negociación con China para vender maíz y harina de soja, los dos productos que más comercializa Argentina en el agro.

Mientras que Julián Domínguez, ex ministro de Agricultura de la Nación y ex presidente de la Cámara de Diputados, actual asesor jurídico del SMATA, a su turno dijo que "el campo ha hecho un extraordinario aporte tecnológico", y recordó que en la crisis del 2003 se destacó por su aporte fiscal.

Explicó que la exportación automotriz de pick up que sostiene a esa industria nace a partir de la demanda del campo de esos vehículos.

"Hay que redefinir el rol del INTA", dijo, y advirtió que hay debilidades en la cadena: "Creíamos que para esta época íbamos a estar exportando 100 millones de dólares y en agro serán 35 millones de dólares, hemos perdido 50 mil productores en la últimas dos décadas", alertó.

Sin embargo, destacó que "el mundo valora lo que Argentina produce", pero ocurre que "la Argentina en la reforma constitucional del ´94 no se pensaron instituciones para los sistemas productivos, sino para resolver los problemas políticos".

"El problema que tenemos es que la mayoría de los dirigentes políticos no entienden el campo, y nuestros funcionarios son de Capital Federal", lamentó.