Kristalina Georgieva advirtió que la recuperación mundial sigue “obstaculizada” por la pandemia
La directora gerente del FMI expuso en la Universidad Boccaro sobre los principales motivos que impiden el repunte de la economía.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, disertó sobre los obstáculos que encara el mundo para dejar atrás los problemas económicos de la pandemia, en el marco de una conferencia de la Universidad Boccaro de Italia.
“Nos enfrentamos a una recuperación mundial que sigue ‘obstaculizada’ por la pandemia y su impacto. No podemos caminar correctamente hacia adelante, ¡es como caminar con piedras en los zapatos!”, diagnóstico la titular del organismo internacional.
En su alocución se refirió a “tres piedras” como los principales “riesgos y obstáculos para una recuperación global equilibrada” y aseguró que “se han vuelto aún más pronunciados”.
Los tres aspectos que complican el andar de la economía según Georgieva son: la divergencia en el crecimiento económico; la inflación; y la deuda. En relación al primero, la economista búlgara, observa que la desigualdad “en la suerte económica es cada vez más persistente”, por lo que a raíz de eso “se prevé que la producción económica en las economías avanzadas vuelva a las tendencias pre-pandémicas para 2022. Pero la mayoría de los países emergentes y en desarrollo tardarán muchos años más en recuperarse”.
Como consecuencia señala la profundización de problemas crónicos: “Esta recuperación retrasada hará que sea aún más difícil evitar las cicatrices económicas a largo plazo, incluidas las pérdidas de empleo, que afectan especialmente a los jóvenes, las mujeres y los trabajadores informales”.
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En cuanto a la inflación manifestó que las perspectivas en la materia “siguen siendo muy inciertas”. Asimismo advirtió que “un aumento más sostenido de las expectativas de inflación podría provocar un rápido aumento de las tasas de interés y un fuerte endurecimiento de las condiciones financieras”.
Las economías emergentes y en desarrollo con altos niveles de deuda se verían puestas a prueba con un panorama como el descrito. En relación a la “tercera piedra”, el organismo estima que “la deuda pública mundial ha aumentado a casi el 100 por ciento del PBI”. En este punto también hay realidades dispares. “Muchos comenzaron la pandemia con muy poca potencia fiscal. Ahora tienen aún menos espacio en sus presupuestos y una capacidad muy limitada para emitir nueva deuda en condiciones favorables”, describe Georgieva.
Como salida a estas molestias para el funcionamiento de la economía, la directora gerente del FMI, propone “vacunar , calibrar y acelerar”. En primer lugar apunta a lograr las metas de inoculación, que estableció el organismo en conjunto con el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) que proyecta vacunar al “40 por ciento de las personas en todos los países para fines de este año y al 70 por ciento para la primera mitad de 2022”.
En segunda instancia señala la necesidad de calibrar las políticas según las circunstancias de cada país, teniendo en cuenta la inflación, la política monetaria, las medidas fiscales y la deuda. En referencia a esto, puntualizó que “los gobiernos necesitan credibilidad en las políticas: marcos sólidos a mediano plazo para garantizar el equilibrio adecuado entre brindar apoyo ahora y reducir la deuda a lo largo del tiempo, para generar confianza con los ciudadanos y los mercados”.
El último concepto propuesto apela a "acelerar" las reformas necesarias para transformar las economías. Al especificar los temas prioritarios en este aspecto señaló al cambio climático, al cambio tecnológico y la inclusión.
Finalmente, recordó que durante la crisis de la pandemia se distribuyeron Derechos Especiales de Giro (DEG) por 650 mil millones de dólares, en lo que fue la mayor emisión en la historia del organismo, de los cuales aproximadamente 275 mil millones se destinaron a países emergentes y en desarrollo. Además apunta a que esta política se pueda fortalecer y potenciar con nuevos DEG y la creación de un Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad para ayudar a los países vulnerables de ingresos bajos y medios.