Las inversiones en proyectos ambientales abren puestos de trabajo en áreas diversas como la gestión ambiental, la eficiencia energética, las energías renovables, el reciclaje y la sostenibilidad corporativa.

Las iniciativas relacionadas, principalmente, con energías renovables, despiertan el interés de inversores directos, a la vez que ofrecen una oportunidad única para adquirir nuevas habilidades y obtener nuevas oportunidades laborales.

En Latinoamérica, esta tendencia comienza a insinuarse. La reciente reforma laboral en Colombia incluyó puntos clave para promover los empleos verdes en el país. 

Pero Argentina está aún en pañales: hace poco más de un año se creó el Programa Nacional de Empleo Verde, que reúne a representantes de diversos organismos del gobierno, del sector empleador, de los sindicatos, de la academia y de distintas cámaras sectoriales con el objetivo impulsar el crecimiento del empleo verde en el país y favorecer actividades económicas más cuidadosas en el uso de los recursos naturales y el impacto ambiental.  

El Foro Económico Mundial prevé que en Estados Unidos los empleos verdes se expandan a casi 24 millones, representando el 14% del total de la fuerza laboral para 2030.

Desde que el presidente Joe Biden firmó la Ley de Reducción de la Inflación en agosto de 2022, se han creado más de 100.000 empleos en el sector de energía renovable en todo el país.

Por otro lado, la Unión Europea, con su impulso para mejorar la eficiencia energética en edificios y reducir el consumo de combustibles fósiles, podría crear 160.000 empleos en el sector energético y de calefacción para 2030.

"En un mundo cada vez más consciente de la sostenibilidad, los empleos verdes representan una oportunidad inigualable para redefinir el futuro laboral. Sin embargo, la escasez de habilidades y conocimientos sobre estas temáticas plantea la pregunta de quién ocupará estos puestos", comenta Federico Falcón, director ejecutivo de The Carbon Sink, consultora especializada en la gestión de la huella de carbono corporativa. 

"Es crucial que los líderes ejecutivos se eduquen y se adapten a estas nuevas demandas para capitalizar las oportunidades y asegurar un desarrollo sostenible y equitativo”, agrega.

Transición en riesgo

Un alerta emite la reciente publicación “Green Skills Report” de Economist Impact, el think tank de The Economist Group, cuando asegura que la transición hacia una economía verde está en riesgo, debido a la falta de desarrollo y adquisición de habilidades.

La investigación indica que la transición requerirá que todas las personas adquieran habilidades vinculadas a la sostenibilidad — no solo aquellas que trabajan en roles explícitamente “verdes".

Y aunque cerca del 80% de los  líderes empresariales encuestados considera que incorporar estas competencias y conocimiento es el motor más importante para la transición, sólo el 55% confirmó que sus empresas están implementando — o planeando implementar — programas de capacitación sobre estos temas para su fuerza laboral.

Falcón agrega: “También creamos un workshop de acción climática y huella de carbono para dar respuesta a la creciente demanda de las empresas en que sus colaboradores adquieran habilidades y conocimientos vinculados a estas temáticas". 

Añade: "En menos de tres años, hemos organizado cerca de 20 capacitaciones en compañías y organizaciones de diversos tamaños, con el objetivo principal de proporcionar a los equipos y proveedores de empresas las herramientas necesarias para alinearse con el compromiso empresarial hacia la neutralidad de carbono y así fortalecer su contribución a la acción climática”.

Inversiones sustentables verdes

El argentino es un mercado prometedor en la región para inversiones sustentables, dado el potencial de proyectos de estas características que podrían desarrollarse.

Genneia es un activo colocador de bonos verdes y Obligaciones Negociables Verdes para sus parques eólicos.  

La primera emisión de títulos orientados al financiamiento de proyectos sustentables tuvo lugar en 2007 a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Los Principios de Bonos Verdes -también conocidos por su denominación en inglés “Green Bond Principles”- establecen los parámetros generales para que este tipo de instrumento financiero tenga validez y transparencia.

De este modo, surgen cuatro pilares fundamentales que los definen y determinan el procedimiento para acceder a ellos.

El primer punto es que estos bonos deben tener como destino proyectos verdes. 

“Cuando hablamos de un proyecto de estas características, podemos estar refiriéndonos al desarrollo de un parque de generación de energía renovable como los de Genneia, una planta de tratamiento de efluentes, o a un proyecto de eficiencia energética en una planta. Es decir, deben ser proyectos que ayuden a reducir las emisiones de carbono, que ayuden a la transición energética y que, en definitiva, combatan el cambio climático”, explicó Gustavo Castagnino, director de Asuntos Corporativos, Regulatorios y Sustentabilidad de Genneia.

"En nuestro caso, los bonos verdes tienen alta demanda por parte de inversores institucionales, fondos de inversión y corporativos que confían en nosotros a largo plazo”, explica Castagnino.

“Los Bonos Verdes alcanzaron emisiones por cientos de miles de millones de dólares en los últimos años, representando alrededor de un 80% del total de Bonos SVS emitidos”, sostuvo el ejecutivo.

El segundo pilar es que las organizaciones emisoras deben realizar una selección y evaluación de proyectos y llevar, conforme a esos criterios, la evaluación de las mismas, donde se puedan precisar otros aspectos que incidan en la elegibilidad o exclusión de las propuestas.

Como tercer clave se encuentra la gestión para que dichos fondos sean utilizados de forma adecuada. 

En este punto, “el emisor debe dar a conocer a los inversores los tipos previstos de colocación temporal de los saldos de los fondos netos no asignados todavía”.

Por último, se deberá proporcionar información periódica, no solo sobre el uso de los fondos, sino también del impacto medioambiental que se espera como resultado del desarrollo de los proyectos elegidos

“La clave es que el uso de los fondos sea verificado externamente. Es decir, que la empresa cumpla con los compromisos asumidos”, añade Castagnino.

“Los bonos verdes son instrumentos financieros, títulos de deuda, cuyos fondos deben ser aplicados a proyectos relacionados con el cuidado medioambiental. Se emiten a través de los mercados de valores y debe existir un agente de liquidación y colocación como intermediario. Los Bonos Verdes tendrán dos situaciones a observar: la calificación de riesgo y el proyecto que está destinado a financiar”, explica Rodolfo Tarraubella, presidente de la Fundación EcoConciencia.

“Para 2024, esperamos que la emisión sostenible de bonos siga creciendo en los niveles de 2023 o por encima de ellos”, sostiene el banco de inversión UBS en su último informe. 

Y agrega que “el Banco Mundial espera destinar el 45% de su financiación anual a inversiones relacionadas con el clima este año, frente al 35% de 2023". 

También la Comisión Europea anunció nuevas emisiones de etiqueta verde en el primer semestre de 2024 para financiar las ambiciones políticas de NextGenerationEU”.

Sostenibilidad

El futuro del trabajo está inevitablemente vinculado a la sostenibilidad. 

La demanda de empleos verdes y habilidades relacionadas con el ambiente continuará creciendo, impulsada por regulaciones, necesidades del mercado y una conciencia global cada vez mayor sobre la importancia de cuidar nuestro planeta.

Para estar preparados, son cruciales programas de formación que doten a los profesionales de las herramientas necesarias para liderar este cambio.

La Universidad del CEMA se ha unido a la organización El Núcleo para lanzar programas educativos en sostenibilidad, triple impacto y economía circular, e incorporar materias sobre estas temáticas dentro del programa del MBA que ofrece la universidad. Esta alianza busca formar a futuros profesionales con una visión integral de la sostenibilidad, preparándolos para enfrentar los desafíos ambientales y contribuir a un desarrollo más responsable.

“Recientemente UCEMA y Núcleo realizaron un evento para fortalecer la red de profesionales vinculados a la sustentabilidad. En línea con el objetivo del encuentro, desde The Carbon Sink, acompañamos a ambas instituciones en la medición de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por este evento. Luego las compensamos a través de créditos de carbono del proyecto “Corredor de los Cedros” de conservación de bosques de las yungas jujeñas”, concluyen.

Marian Ventura, de la consultora estratégica done!, añade: "Como consultora, veo de primera mano el incremento exponencial de la demanda de habilidades ASG (ambiental, social y de gobernanza) en las organizaciones. A la vez, soy testigo de la brecha de conocimiento sobre estos aspectos en los niveles más altos de toma de decisiones y cómo los programas de formación orientados a este público no incorporan esta perspectiva. Esto no solo representa una oportunidad desaprovechada en términos de desarrollo profesional, sino que también compromete la sostenibilidad bien entendida de un negocio y su viabilidad a largo plazo. Por eso, en done! incorporamos una propuesta de capacitación específica en temas ESG basada en nuestra experiencia, y la respuesta fue súper positiva. Hay mucha hambre de formación en estas habilidades para el futuro".

El cambio climático demanda a bancos y fondos asumir el rol de inversionistas. Cumplir con colocaciones de este tipo por exigencias de reguladores, accionistas e inversores pero también por la recompensa social por colaborar en un aspecto con esta lucha por el futuro de la humanidad.

El procedimiento para poder invertir en bonos verdes no requiere, en Argentina, de muchos pasos adicionales a la inversión en cualquier otro tipo de bonos.

Se necesata acercarse al banco, al asesor de inversiones o a una ALyC (agente de bolsa) y solicitar invertir en bonos verdes.

Es un proceso en el que pueden intervenir inversores locales pequeños (retail), inversores institucionales, fondos de inversión y corporativos.

Como en cualquier inversión en bonos, obligaciones negociables, títulos, etc, es necesario contar con una cuenta comitente.