Neffa: "El déficit fiscal, la pandemia y los factores externos explican la inflación en Argentina"
El analista financiero prevé que la región sufrirá un poco más de tiempo la inflación pero avizora un 2022 con una desaceleración de precios.
El economista y analista financiero Gustavo Neffa sostuvo que la alta inflación que registró Argentina al término del 2021 responde a factores internos asociados al déficit fiscal, a los que se sumaron en el último año las consecuencias de la pandemia de coronavirus y otros elementos externos que también padece gran parte de los países de la región.
El director de la firma de análisis financiero Research for Traders y profesor universitario se refirió al dato del 50,9% de inflación con el que Argentina cerró el año pasado, el cual no logró corresponder a la meta inicial de Gobierno y representó el segundo nivel de precios más alto de los últimos 30 años.
"La alta inflación se debe básicamente a la monetización del déficit fiscal, que ha llegado a tener un desbalance de aproximadamente 3,5 puntos del Producto Interno Bruto, más un punto de intereses", explicó Neffa.
"Gran parte de este déficit se monetiza con aportes del Banco Central de Argentina al Tesoro, que se traduce en emisión monetaria y eso genera inflación", remarcó el también profesor de Finanzas en la Universidad de Buenos Aires.
No obstante, la realidad del continuo financiamiento del déficit fiscal argentino no es la única explicación a la actual alza de precios, apuntó el economista, quien mencionó situaciones de carácter internacional que podrían estar impactando en los precios regionales.
"Vemos una escalada de los precios en distintos países de Suramérica, esto impacta en aumento de los precios de los 'commodities' (materias primas) y del petróleo, producto de la fuerte demanda derivada de la reactivación económica mundial, lo cual empuja los precios del resto de los productos hacia arriba", indicó.
Lee también: Guzmán: el FMI puede perder legitimidad si no logra un acuerdo "creíble" con Argentina
El año pasado, Brasil registró su inflación más alta desde el 2015 (10,06%), mientras que Chile tuvo la más elevada de los últimos 14 años (7,2%), y Perú el nivel de precios más alto en 13 años (6,43%). Asimismo, se vivió una escalada inflacionaria en países como Uruguay, que reportó un alza de precios del 7,96%, y Colombia del 5,62%.
La pandemia de Covid-19 llevó a que durante los años 2020 y 2021 los gobiernos aplicaran políticas monetarias expansivas para frenar la caída del consumo y mantener la actividad económica en pie, todo lo cual derivó en elevados déficits y emisión que también "jugaron un rol negativo", aseguró el director de Research for Traders.
"Los bancos centrales están subiendo las tasas de interés para impedir que sean mayores las alzas de precios, y ahí es donde, por ejemplo Brasil, que ha tenido una inflación del 10 por ciento, ha intentado combatir esta alza con un aumento de la tasa de interés básica (Selic), y lo mismo está pasando en otros países de la región", enfatizó.
Lee además: La deuda pública bruta alcanzó un nuevo récord de 363.362 millones de dólares
Para el experto, durante este 2022 se prevé que la sequía de los primeros tres meses del año genere cierta escasez de productos agrícolas, especialmente en países como Brasil y Argentina, contrayendo la oferta y elevando los precios de productos como el maíz y la soja.
"También el petróleo, con una fuerte demanda por la reactivación mundial, está escalando a nuevos máximos de los últimos meses, y vemos que todo ese conjunto de eventos impacta en los precios de los productos básicos, en alimentos y en energía, que son dos componentes volátiles en los índices (de precios)", añadió Neffa.
Como contrapartida al alza de los commodities, está la esperada alza de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) del 0 al 1% (cuatro aumentos de 0,25%) para este año, todo lo cual fortalece al dólar estadounidense desacelerando el ascenso de los precios de estas materias primas.
El analista financiero prevé que la región sufrirá por un poco más de tiempo la inflación pero, en términos generales, se avizora un 2022 con una desaceleración de los precios, con excepción de Argentina, que cuenta con problemas macroeconómicos y otros factores internos que tornan su lucha antiinflacionaria en un desafío.