El empresario Nicolás Caputo, “el amigo del alma” de Mauricio Macri que habla cada vez más seguido con el jefe de Gobierno porteño y precandidato presidencial, Horacio Rodríguez Larreta, siempre explica públicamente que no interviene, desde hace un par de décadas, en negocios donde el Estado sea comitente, es decir, cuando se trata de un cliente que encarga a un comisionista comprar o vender mercancías por su cuenta de forma onerosa.

Pues bien, ese es el formato de negocio adoptado por la Ciudad de Buenos Aires para reemplazar el actual sistema de parquímetros para poder estacionar un vehículo en las calles porteñas por una aplicación que se podrá bajar en los teléfonos celulares, desde la cual se abonará con tarjeta de débito o crédito por el tiempo exacto que se deje el automóvil. Un sistema que comenzará a regir a partir del próximo miércoles 29 de junio y comprende a cerca de 3.600 espacios tarifados en un polígono que, la secretaría de Transporte de la Ciudad, ha delimitado en zonas de los barrios de Balvanera, Recoleta, Retiro, Monserrat y San Cristóbal, en los que se pagará por estacionar 45 pesos por hora.

Sin embargo, la frutilla del postre de este negocio para las empresas ganadoras de la licitación, la firma local Mechp y la española Integra Parking Solutions, parecen ser los espacios vacíos para aparcar que podrían crearse a futuro a  pesar de la negativa actual, en ese sentido, de las autoridades del ejecutivo porteño.

Porque existe una ley, Nª 6353, que fue aprobada en noviembre de 2020, en plena cuarentena por la pandemia de Covid-19 cuando no se movía un auto que no fuese esencial, que estableció llevar hasta 80.000 posiciones tarifadas para estacionar en varios barrios porteños.

Llevar de un poco más de 35.000 lugares a 80.000 espacios donde se pueda cobrar por estacionar es, indudablemente, el objetivo principal de los directivos de estas compañías que ganaron la licitación y que concitó el interés de otras empresas del sector tecnológico que participaron del proceso licitatorio y, en varios casos, decidieron mostrar sus sospechas de acuerdos políticos y maniobras realizadas a precios vil en las ofertas realizadas.

Es el caso del dueño de la empresa Cellopark. Saúl Sued, que denunció irregularidades por entender que el precio ofertado por  los ganadores era vil y, no deja de pensar, que el Gobierno de la Ciudad buscará renegociar las condiciones contractuales en el futuro.

Cellopark es una compañía que se presenta como global y con experiencia en proveer a las municipalidades soluciones de pago móviles desde 2004. Presentan como clientes a la alcaldía de Haifa en Israel o a la ciudad de Brisbane en Australia y se convirtió en la principal perjudicada por la decisión de la Ciudad de Buenos Aires porque quedó segunda entre las ofertas presentadas.

Ahora bien, el proceso de adjudicación se basó en un puntaje que se integró por los precios ofrecidos, las características del servicio, los antecedentes, el mantenimiento y desarrollo del sistema operativo, entre otros ítems por los que las dos empresas ganadoras que realizaron una presentación en conjunto, obtuvieron 85,35 puntos, cerca de 30 puntos más que la empresa de Saúl Sued, que quedó segunda con 57,74 puntos, según reportó iprofesional.com en noviembre de 2021.

Otras compañías quedaron más atrás con sus ofertas como es el caso de Boldt y Decisiones Empresariales que conformaron una  UTE, una Unión Temporal de Empresas, una estructura sin personalidad jurídica propia que permite la colaboración entre compañías, aportando los medios técnicos y la financiación de forma conjunta, para el desarrollo o ejecución de una obra o un servicio determinado.

En el caso de Boldt, que hace una semana sorprendió al mundo empresarial con la decisión de su fundador, Antonio Tabanelli, de 85 años, de donarles todas sus acciones a sus hijos y retirarse del mundo de los negocios, y de la empresa misionera Decisiones Empresariales, con experiencia en el negocio local del sistema de estacionamiento medido que permite a los conductores la autogestión del parking, y prefirieron no hacer declaraciones acerca del resultado de esta primera licitación para ordenar una parte del tránsito porteño.

Porque, la otra cara de la moneda, incluye una licitación vinculada al acarreo de autos por grúa. El miércoles 29 comienza el fin de la era del  parquímetro pero resta ordenar el sistema de grúas que opera con empresas que trabajan con contratos vencidos y recorren la ciudad desde la época en que el intendente era Carlos Grosso que en la actualidad se mantiene sumamente activo en la política local.

Por ello, el Gobierno de la Ciudad prevé dos licitaciones separadas para modernizar el sistema de cobro del estacionamiento medido y se ha cumplido la primera relacionada con la digitalización de los pagos a través de una app. Restará que los porteños conozcan como funcionarán en el futuro las odiadas grúas que avanzan por la ciudad como amos y señores de las calles.

Lo cierto, es que, para el caso de los acarreos se tomará en cuenta lo que pueda suceder en la Legislatura porteña cuando aparezca la luz verde para llevar de 35.000 posiciones para estacionar a 80.000 en toda la ciudad con la posibilidad de extender la utilización de las grúas hacia esos lugares que hoy no existen.

Y, que según los voceros de la secretaria de Transporte y Obras Públicas de la CABA, no existirán en el futuro próximo. “No se van a modificar estas condiciones” prometen en las oficinas que conduce Manuela López Menéndez.

Sin embargo, fuentes empresariales, no están tan convencidas. La sombra de la duda surge por los nombres de los vencedores de la reciente licitación de parking. La empresa Mechp integrada por Diego Porto, Miguel Martínez de Hoz y Nicolás y Tomás Hermida, jóvenes empresarios tecnológicos relacionados con la organización de torneos deportivos de fútbol y la administración de playas de estacionamiento, según confirmó el diario La Nación, se asociaron con la compañía española, Integra Parking Solutios, con experiencia de parking en 15 ciudades de España.

Para muchos que recorren los pasillos del Gobierno de la Ciudad, las jóvenes promesas empresariales de Mechp, están apadrinados por la familia Caputo.