El precio del tomate fue el que más aumentó en junio entre un conjunto de alimentos, bebidas y otros productos de consumo masivo relevados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que registró una suba en la hortaliza del 11,1% en relación con el nivel de mayo.

En el otro extremo, la mayor caída destacada por el organismo estadístico fue la de la naranja, cuyo precio tuvo un descenso mensual del 14,3%.

El INDEC relevó un precio promedio del kilo de tomates de $107,22, el que más aumentó del conjunto de productos seleccionados, si se tiene en cuenta que el valor de mayo había sido de $96,52.

El precio del kilo de naranjas por su parte, fue de $44,38, inferior al de $51,76 del mes anterior.

Ambos productos tienen habitualmente sujetos sus precios a variaciones por factores estacionales, además de inconvenientes como las lluvias, que pueden encarecer el traslado de la zona de producción a la de consumo.

Al respecto, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó día atrás que el precio de la naranja tiene una diferencia de 8,1 veces entre lo que recibe el productor y lo que paga el consumidor final.

Además del tomate, los productos de consumo popular que encabezaron las subas fueron la lavandina, con el 5,1% de alza en relación con el nivel de mayo, el zapallo anco (5%), la cebolla (3,7%) y el arroz blanco simple (3,3%).

La lista se completa con la banana (3%), el queso pategrás (2,7%), la batata (2,6%), el agua sin gas (2,5%) y el queso sardo (2,3%).

Entre los productos que cerraron junio con deflación, además de la naranja, figuraron el limón (-8,7%), la papa (-2,1%), los fideos secos tipo guisero (-1,7%) y la salchicha tipo Viena (-1,2%).

También integraron la nómina de descensos el café molido, el jabón de tocador y las hamburguesas congeladas (los tres con -1%), el aceite de girasol (-0,6), el jabón en polvo para ropa y la leche en polvo entera (ambos con -0,5%).