El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, aseguró este viernes que el productor ganadero “no es formador de precios” y que en los últimos días “se desmoronó” el valor de la hacienda en pie en el Mercado de Liniers, pero esa baja “en las góndolas no se refleja”.

“No sé si hay un turro que se queda con todo”, expresó el flamante titular de la entidad decana del ruralismo, quien recomendó que, antes de cuestionar el rol de los productores ganaderos, se preste atención a “toda la cadena, desde que la carne sale del campo hasta que llega al plato de los consumidores”. En declaraciones al programa “Ruleta rusa” que conduce Nancy Pazos por Rock&Pop, Pino destacó que “hay varios eslabones” en la actividad y puso especial énfasis en “la exigencia de la carga impositiva”.

“El costo del traslado del animal en pie hasta que llega a la góndola del supermercado es muy alto”, sostuvo, al tiempo que instó al diálogo del Gobierno con todos los integrantes de la cadena de carnes, dejando en claro que el productor “no es formador de precios”.

Por otra parte, pidió ubicar en contexto el aumento del precio de la carne, ya que sostuvo que en el resto de la economía “hay un 50% de inflación que tenemos todos”, además de poner el acento en las subas de dos insumos como el maíz y el gasoil. “Por suerte pudimos acompañar la inflación, si no estaríamos fundidos”, acotó, además de remarcar que “el precio lo fija el mercado, la oferta y la demanda”.

Pino destacó que en los últimos días hubo una importante baja en el valor de la hacienda en pie en el Mercado de Liniers y en las ferias y remates del interior, pero que ese descenso “en las góndolas no se refleja”, con lo que trasladó la responsabilidad de los aumentos de precios al consumidor a otros protagonistas que no identificó.

También admitió como “una gran falencia” de parte de los productores agropecuarios la falta de una comunicación eficaz: “siempre nos dejamos poner en el lugar del enemigo de tal o cual gobierno”, lamentó, luego de señalar que la sociedad en general no está correctamente informada sobre la participación de otros componentes de la cadena en el precio final de la carne. Asimismo, sostuvo que con una mayor producción el precio de la carne abarataría sin necesidad de restringir las exportaciones, pero reclamó estabilidad en las reglas de juego.

“Estoy convencido de que podríamos haber producido más, pero como dice el refrán, el que se quema con leche ve una vaca y llora”, señaló, en referencia a que se retrae la producción “porque se sabe que van a cambiar las reglas de juego en cualquier momento”. En ese sentido, aseguró que “si hay un mercado libre de exportación y reglas de juego claras con posibilidad de crédito para la producción, en cien días podemos aumentar de 120 a 130 kilos el peso de la hacienda”.