El Gobierno decidió extender por 15 años la promoción industrial en Tierra del Fuego, donde se fabrican y ensamblan productos electrónicos.

Lo anunció el presidente Alberto Fernández junto al gobernador de la provincia, Gustavo Melella, y el ministro de la Producción, Matías Kulfas.

A partir de esta extensión, las empresas deberán aportar a un fondo para desarrollar la isla.

El decreto "establece nuevas condiciones" e incorpora acciones concretas que van a permitir financiar la diversificación de la matriz productiva para que Tierra del Fuego pueda tener nuevas industrias, indicó el Gobierno.

Eso se traduce con la creación del "Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva Fueguina (FAMP-Fueguina), cuya lógica es amortiguar el costo fiscal de la promoción económica de la provincia que, según la ley de Presupuesto vigente, este año rondaría los USD 780 millones.

La extensión del régimen era un pedido permanente de las empresas radicadas en esa provincia.

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El sector busca equiparar las condiciones de Tierra del Fuego a las que rigen en la ciudad brasileña de Manaos, donde el régimen de promoción está vigente hasta 2073.

Cómo funciona el régimen fueguino.

El régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego fue creado en 1972 con el fin de poblar la isla y fortalecer el desarrollo económico.

En principio, los beneficios fiscales fueron establecidos en 10 años. Se fue extendiendo y beneficia básicamente a la industria electrónica, a unos 13 grupos económicos como Newsan, Mirgor, BGH, Radio Victoria.

Los principales beneficios son que las empresas no pagan el IVA, Ganancias ni derechos de importación.

Se calcula que en promedio trabajan allí 8.000 empleados, la mayoría de los cuales opera en plantas radicadas en Río Grande, salvo Newsan -grupo Cherñajovsky- que está en Ushuaia.

La intención de promover la diversificación económica de Tierra del Fuego sufrió un golpe meses atrás, cuando la Provincia promulgó una ley para prohibir la cría del salmón en cautiverio, por cuestiones bio ambientales.

La noticia fue poco menos que repudiada por el ministerio de la Producción que conduce Kulfas, porque consideraban que la provincia ni siquiera se daba la posibilidad de avanzar al menos con una etapa de experimentación a pequeña escala, para determinar, después, si era o no conveniente escalar el proceso de cría, que podría haber significado un ingreso importante de divisas.