El Banco Central avanza con el desarme de los pasivos remunerados y pone en marcha las LeFi
A partir del 22 de julio se suspende la operatoria con los pasivos y se elimina la emisión endógena. Cambia el esquema monetario con mayor presión al equilibrio fiscal
Tras la reunión del Directorio, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso la suspensión de la operatoria de pases pasivos a partir del 22 de julio.
Con el objetivo de eliminar la emisión endógena generada por los pasivos remunerados y da un nuevo paso en el proceso de sanear su balance, como lo había anunciado hace unas semanas en conferencia de prensa su presidente Santiago Bausili, junto al ministro de Economía, el Banco Central se apresta a instrumentar y dejar en claro la letra chica.
“A través de la Comunicación A 8060, se definieron los aspectos técnicos y operativos de la Letra Fiscal de Liquidez (LeFi), que servirá, a partir de esa fecha, como el principal instrumento de administración de liquidez del sistema bancario”, informa el comunicado.
En el día de ayer, el Ejecutivo había publicado el decreto que autorizaba al Tesoro a emitir las nuevas Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), que se utilizarán para concluir con la migración de la deuda remunerada del BCRA al fisco. Las mismas se autorizaron por un valor de 20 billones de pesos.
En tal sentido, el stock de pasivos remunerados que tiene el Central y pasarán a este sistema es de 14 billones de pesos. El diferencial de 6 billones de pesos, según fuentes de la autoridad monetaria, serán utilizados para esterilizar pesos que se emitan a partir de la compra de dólares del BCRA en el mercado. De esta manera, se evitaría emitir pesos como contraparte.
“Los pasivos remunerados del BCRA son el reflejo de la necesidad de esterilización del excedente de pesos emitidos para solventar el déficit fiscal acumulado durante años. La migración de los pases existentes a deuda del Tesoro Nacional, proceso que comenzó a mediados de mayo con la emisión de Letras a tasa fija por parte del Ministerio de Economía, es el último paso en la eliminación de esta fuente de emisión endógena que afecta adversamente a la programación monetaria y al proceso antiinflacionario”, explica el comunicado de la autoridad monetaria.
La instrumentación del traspaso de los pasivos remunerados se realizará a través de la LeFi, emitida por el Tesoro Nacional. Esta letra capitalizará a la tasa de política monetaria informada por el BCRA.
Fuentes del BCRA sostuvieron que esta es una medida contractiva de pesos que ayudará también en la baja de la inflación.
Sobre la negociación por los puts, otro de los temas que Milei recurrentemente afirma necesario solucionar para salir del cepo, Noticias Argentinas pudo saber que las autoridades del Central continúan trabajando con las entidades financieras en absoluta reserva para que no se filtre información que pueda empantanar las negociaciones.
EN la operatoria que está terminando de regular el GObierno, las entidades financieras podrán adquirir diariamente la LeFi y vender total o parcialmente su tenencia al BCRA, garantizando que el mecanismo permita adecuar la liquidez a las necesidades de la economía.
Entre las limitaciones de las LEFI, se indica que las mismas “tendrán un plazo máximo de 1 año y solo podrá ser negociada entre las entidades financieras y el BCRA”.
Entre los aspectos técnicos, el Directorio dispuso que la LeFi se operará a su valor técnico y no computará para el límite de Financiamiento al Sector Público no Financiero.
Con la migración de los pases pasivos del BCRA, el costo financiero de este excedente de pesos comenzará a ser asumido por el Tesoro Nacional. Para ello, el Ministerio de Economía efectuará un depósito en el BCRA con el objetivo de cubrir el costo financiero que incurra el BCRA en el manejo de la liquidez con la LeFi. Es decir, la deuda sigue siendo riesgo BCRA pero los intereses los paga el Tesoro, a través del superávit fiscal.
Por último desde el organismo regulador, se afirmó que esta instrumentación es un paso más en el saneamiento del balance del BCRA y refuerza el compromiso de seguir reduciendo las fuentes de emisión que afectan adversamente la programación monetaria.