El PBI de la Argentina sufrirá un retroceso en el segundo trimestre del año, a partir de las restricciones que se aplicaron para frenar los contagios de Covid-19, pero crecerá 6% en 2021, estimó la consultora Ecolatina.

"A partir de abril, el Gobierno implementó restricciones focalizadas para frenar la nueva ola de contagios. Esperamos que esto se traduzca en un retroceso desestacionalizado del PBI en el segundo trimestre, pero que distará de ser de igual magnitud que su contracción en igual período del 2020", consideró la empresa.

Sin embargo, advirtió que de no existir una reducción en la cantidad de casos diarios de Coronavirus, "los efectos de la pandemia y las restricciones seguirían llegando en julio y agosto: así, la caída del segundo trimestre se convertiría en un estancamiento o avance acotado del nivel de actividad durante el tercer trimestre del año".

"Una vez pasado el invierno, el panorama será más favorable, de modo que la economía podría volver a crecer. En primer lugar, el avance de la campaña de vacunación podría permitir que las restricciones se reduzcan en comparación a los meses previos. A su vez, las expectativas sobre las cantidades exportadas continuarán siendo favorables a lo largo del año, gracias a la mayor demanda de manufacturas industriales (por parte de Brasil) y agropecuarias (por parte de China)", evaluó Ecolatina.

Y añadió que el menor ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial y la "moderada" suba de precios regulados "permitirían una desaceleración inflacionaria en los meses previos a las elecciones y una mejora del poder adquisitivo".

De todas maneras, indicó que la la reapertura de paritarias "-en un contexto en el cual la pauta del 29% quedó vieja- podría llevarnos a un equilibrio de mayor nominalidad: la suba de los salarios nominales también trae consigo mayores presiones inflacionarias, corriendo el riesgo de que se trunque la recuperación real de los ingresos".

"Estos factores, junto a planes oficiales como Ahora 12 y al incremento de la demanda de bienes dolarizados típico de la previa electoral -y de momentos con expectativas de devaluación, como el tercer y cuarto trimestre del año pasado-, ayudarían a que la recuperación del consumo privado se acelere sobre el último trimestre del año. Este comportamiento posiblemente vendrá acompañado de una mejora algo más acotada de la inversión, teniendo en cuenta que en la actualidad ya superó todo el terreno perdido por la pandemia", resaltó la consultora.

Para Ecolatina, si el nivel de actividad del primer trimestre (+ 2,5% respecto al cuarto trimestre de 2020) se mantuviera inalterado durante el resto del año, la economía crecería cerca de 8% en 2021.

No obstante, proyectó que avanzará algo menos, ubicándose alrededor del 6%: "el magro desempeño del segundo y tercer trimestre explicarán este desenlace", pronosticó. Por último, sostuvo que si bien el cuarto trimestre sería positivo en materia económica, "las chances de una devaluación pos-electoral impedirían que el buen cierre de este año se trasladase al comienzo de 2022".