La cadena de valor de la carne vacuna es “un diamante en bruto” que en los últimos cinco años fue el sector que más creció entre todos los de la Argentina, por lo que la decisión del Gobierno de suspender las exportaciones por treinta días es “irresponsable” y “cortoplacista”.

Así lo sostuvo la consultora Invecq, que identificó a la cadena de carne como “uno de los pocos sectores que ha mostrado dinamismo positivo en materia de actividad y empleo” y a la vez creció en su nivel de ventas al exterior, en un contexto de baja de las exportaciones globales.

Por otra parte, advirtió que la suba de exportaciones de los últimos meses obedeció a una mejora en los precios y no en las cantidades, por una cuestión que podría ser temporaria. Una distinción que no se da en el caso de las carnes, cuyas ventas se incrementaron de igual manera en las dos variables.

Asimismo, consideró que los efectos de esta medida pueden ser peores a los causados en 2006 ya que, a diferencia de esa época, la actividad económica en la actualidad acusa una profunda retracción que se agravó con la pandemia de coronavirus.

Invecq resaltó la contradicción de suspender las exportaciones del sector que más las aumentó en un contexto marcado por “un superávit comercial explicado fundamentalmente por un factor exógeno, por fuera del control del gobierno y que bien podría ser transitorio como los es el de los precios internacionales, y con una actividad económica que tanto en febrero como en marzo mostró la interrupción de la recuperación que veíamos desde mediados del año pasado”.

“Lo que sorprende un poco es que el gobierno se anime a tomar riesgos de tal magnitud con este tipo de medidas”, ya que “la cadena de valor de la carne vacuna podría ser señalada casi sin lugar a dudas como un diamante en bruto en los últimos años en el contexto de la economía argentina”, remarcó la entidad dirigida por el economista Esteban Domecq.

En ese sentido, destacó que “desde el año 2016 el sector ha incrementado su producción y empleo generado” en un contecto general de “una economía en recesión y con destrucción de empleo asalariado”.

Destacan a la carne como el complejo exportador que más creció en los últimos cinco años

El de la carne “ha sido el complejo exportador que más incrementó sus exportaciones, pasando de aportar apenas 1.000 millones de dólares en 2015 a 3.500 millones de dólares anuales en 2019 y 2020”, indicó.

“Es decir que es un sector que está traccionando las exportaciones por un incremento enorme de las toneladas vendidas al mundo (principalmente a China) y al mismo tiempo es uno de los pocos sectores que ha mostrado dinamismo positivo en materia de actividad y empleo”, insistió.

Invecq consideró “irresponsable” por parte del Gobierno “arriesgarse a dañar la dinámica virtuosa de un sector, a la luz de los efectos negativos y tan duraderos que generó una intervención similar en marzo del 2006”.

Si bien admitió que la medida es “muy comprensible y lógico si se piensa en términos meramente cortoplacistas”, también advirtió por lo pernicioso que es “si se piensa en clave de consistencia macroeconómica de mediano y largo plazo”.

Al respecto, recordó que “entre 2005 y 2011 la intervención del mercado de carnes generó que cayeran las exportaciones, cayera la producción, se perdieran 10 millones de cabezas de ganado, cerraran frigoríficos, se destruyeran puestos de trabajo y además de todo eso se encareciera la carne en lugar de abaratarse”.

La consultora sostuvo como “un simple ejercicio hipotético” los ingresos de divisas en ese lapso si se hubiesen mantenido los volúmenes exportados en 2005, el año previo a la intervención.

“Dados los precios internacionales vigentes para la carne, entre 2006-2019 se hubieran generado 16.000 millones de dólares más de exportaciones de los que efectivamente se generaron”, aseguró.

Invecq señaló que, a diferencia de esa época, en la que se registraba un crecimiento económico duradero, “quizás hoy sea aún más llamativa la medida”, debido a las “serias dificultades para reencauzarse en una senda de recuperación económica y de generación de empleo”.

“Al mismo tiempo, esta situación es resultado final de una crisis de balanza de pagos que explotó en 2018 y tenía como principal fundamento un déficit de cuenta corriente y de balanza comercial significativo”, indicó.

Precisamente, de esa situación, “surgió casi como un mandamiento el lema de que ‘tenemos que exportar más’ que Guzmán menciona en cada oportunidad que puede”, finalizó.