La falta de dólares acucia al gobierno de Alberto Fernández. Si bien las liquidaciones de divisas del campo están en niveles récord, los mayores gastos para la importación de energía las restan de las reservas de Banco Central apenas son acreditados.

Por eso antes de renunciar, Martín Guzmán y el titular del BCRA, Miguel Pesce, apretaron el cepo al máximo para las empresas y pudieron cumplir con fórceps la meta impuesta por el acuerdo con el FMI.

Pasado el 30 de junio –fecha límite para la segunda revisión- tuvo que habilitar pagos y el drenaje se reinició.

Acuciada por esta situación, la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, dejó una apreciación polémica: “El derecho a viajar colisiona con la generación de puestos de trabajo”.

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Imediatamente se instaló la idea de que el gobierno avanzaría en restricciones para los gastos con tarjetas de crédito en el exterior. 

En los primeros cinco meses del año el BCRA destinó US$ 1.516 millones para atender “servicios de consumos con proveedores no residentes”.

Ese monto resultó tres veces superior al girado en el mismo período de 2021 cuando, aún con restricciones por la pandemia, la autoridad monetaria sólo tuvo que gastar por esa vía US$ 491 millones.

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La apertura de todas las fronteras apuró la reconstrucción del mercado de viajes en todos sus segmentos y por ende se multiplicó la demanda de divisas.

La evolución fue la siguiente:

                     2021                2022

enero         US$ 105           US$ 283

febrero       US$ 94             US$ 289

marzo          US$ 108          US$ 323

abril            US$  81            US$ 301

mayo          US$ 103           US$ 320

La proximidad de las vacaciones de invierno y hacia fin de año -cuando además el ingreso de divisas se restringe- el Mundial de Fútbol en Qatar son dos factores que están en la mira de nuevo gabinete económico.

Pero si bien esta es la información de pagos al exterior por parte del BCRA, la película no es completa ya que la balanza de turismo es ficticia debido a la existencia del “blue”.

El turismo receptivo en la Argentina no liquida los dólares en el mercado oficial a mitad de precio y por ende no hay un registro válido si con la actual cotización del dólar el saldo es positivo o negativo.