Las clínicas, sanatorios y hospitales privados dejaron sin efecto en pocas horas la decisión de atender sólo urgencias entre jueves y viernes, luego de que el Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria.

Los centros de salud reclaman una actualización de los aranceles que les pagan las obras sociales, prepagas y el PAMI, en medio de los mayores costos generados por la pandemia de COVID-19.

Como protesta, había anunciado que sólo atenderían casos de urgencia entre jueves y viernes, pero ante la conciliación dictada por Trabajo, se dejó sin efecto la medida.

La Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS) informó en un comunicado que queda sin efecto la suspensión de los turnos programados, medida que se había anunciado por la mañana durante la Convocatoria Nacional de Prestadores de Salud que se realizó de manera virtual, en la que participaron más de 700 instituciones en todo el país.

Los representantes de la FAPS insistieron en la “gran preocupación” del sector ante “la falta de financiamiento necesario para poder afrontar los nuevos aumentos salariales en el marco de las paritarias 2021″ y reclamaron “al Gobierno y a todos los financiadores del sistema (obras sociales, PAMI y empresas de medicina prepaga) la urgente actualización de los aranceles prestacionales”.

José Sánchez, presidente de la FAPS, afirmó que el "principal compromiso como prestadores de salud es con la vida, con nuestros equipos de salud y con las instituciones”.

Dijo que “siete de cada diez argentinos es atendido por el sistema de salud privada, que ha estado a la altura de las circunstancias en la atención durante la pandemia”.

“Es una obligación repensar el sistema para la actualización automática de los ingresos prestacionales. Si la situación sigue deteriorándose, ya no podremos repensar el sistema de salud, sino que deberemos reconstruirlo”, aseguró Sánchez.

Jorge Cherro, integrante de la FAPS, sostuvo que para evitar el desfinanciamiento total del sistema, los prestadores "debemos conformar un bloque fuerte y sin fisuras para negociar una importante actualización arancelaria y la necesaria reforma fiscal que venimos demandando”.