El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, despidió al directorio de Cammesa y quiere cerrarla para terminar con su rol de intermediaria en la compra de combustibles para las centrales.

El paso previo para cerrar la empresa es trasladar los contratos de los proyectos de generación a Energía Argentina (ex Enarsa) y licitar todo de nuevo.

El Gobierno apunta a que el mercado se "autogestione" y que las distribuidoras y las generadoras negocien libremente. 

El superávit financiero que Luis Caputo anunció para enero se explicó en gran parte porque el Gobierno pisó los pagos a las generadoras de energía, que en enero tenían que cobrar $413 mil millones y no cobraron nada.

Como las distribuidoras eléctricas acumularon hasta enero una deuda con Cammesa de casi 400 millones de pesos debido al congelamiento tarifario, el Gobierno quiere que esas dos deudas se anulen entre sí. Las empresas dicen que este jueves pagarán a la empresa el 25% relativo a noviembre y con eso se acercarán al 50% de la deuda.

El secretario de energía está trabajando en conjunto  con Carlos Bastos, ex titular de Infraestructura de Domingo Cavallo durante su paso como ministro de Economía de la Alianza.