China quiere construir los dos nuevos pasos internacionales que atravesarán la cordillera
Una compañía de Wuhan, que fue socia de Electroingeniería y terminó investigada por mala praxis por el Banco Mundial, quiere quedarse con la construcción de dos obras que presuponen una inversión millonaria.
Por Antonio D’Eramo
Por motivos similares a los que se conoce a la ciudad de Rosario como la Chicago argentina, muchos occidentales, acostumbrados a negociar con funcionarios y empresarios chinos, consideran que la ciudad de Wuhan es la Chicago del país asiático.
Y, si bien ha trascendido a la historia de la humanidad por ser el lugar donde comenzó el brote del virus Sars-CoV-2 en diciembre del 2019, se trata de una ciudad que posee 3500 años de antigüedad y que, al estar ubicada en el centro de la China continental, se ha convertido en el corazón político, económico, comercial, financiero, cultural y educativo de ese país asiático.
La capital de la provincia de Hubei alberga 11 millones de habitantes y es un nodo de transporte que reúne docenas de autopistas, rutas y ferrocarriles que pasan por la ciudad y se conectan con otras urbes.
Precisamente, esa experiencia en obras de ingeniería civil destinadas a la logística y el transporte generaron empresas gigantescas estatales que, luego de construir en las provincias de China, han comenzado a participar y ganar licitaciones para llevar adelante ambiciosos proyectos de infraestructura en países latinoamericanos.
Dos de esos proyectos interesan de manera decidida a los ejecutivos de la compañía China, Gezhouba Group Company Limited. En Santiago de Chile, funcionarios de Sebastián Piñera ya han tomado nota del interés de participar en las millonarias licitaciones de los pasos a nivel través de la cordillera de los Andes cuyas obras materiales comenzarán en 2022. Una inversión cercana a los 3 mil millones de dólares para construir los pasos, Los Libertadores o Cristo Redentor y Las Leñas.
El proyecto del Paso Las Leñas ya posee fondos de parte del Estado argentino. Ambos pasos están siendo estudiados por distintas áreas, incluida la ambiental, y poseen presupuesto aprobado del orden de los 300 millones de pesos durante este año para avanzar con los estudios previos y delinear la parte inicial de las obras.
Los estudios realizados indican que el Paso Las Leñas podría optimizar el transporte de carga entre ambas naciones, el cual actualmente implica 30 millones de toneladas anuales, y permitirá además una circulación constante todo el año.
El proyecto de construcción del Paso Las Leñas surge como otra alternativa de conexión entre Chile y Argentina, que en este área tiene como principal vía de comunicación el paso Los Libertadores/Cristo Redentor, que concentra más del 70% del movimiento comercial de manera inestable, ya que concentra aludes en invierno y aluviones en primavera, por lo que la comunicación se interrumpe en promedio unos 25 días al año, y afecta el comercio internacional y el tránsito particular. Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que ha financiado estudios previos de viabilidad, indicó que el paso de frontera Sistema Cristo Redentor es la principal ruta comercial carretera entre Argentina y Chile, y una de las más importantes del MERCOSUR. Estructurada a través de la Ruta Nacional Nº 7 de Argentina, moviliza gran parte del comercio entre ambos países y es el centro de confluencia de un importante tránsito de cargas provenientes de Brasil, Paraguay y Uruguay que buscan como destino Chile y los mercados de ultramar, a través de su embarque por los puertos chilenos de Valparaíso, San Antonio y Quinteros.
Por ello, además del Paso de Las Leñas se prevé construir el Túnel Juan Pablo II, que sería construido a 20 km del paso Internacional Los Libertadores/Cristo Redentor, a una altura de 2250 (msnm) metros sobre el nivel del mar y tendría una longitud de 27,2 km. Este túnel uniría a las localidades de Horcones en nuestro país, y Juncal en el país vecino.
La avanzada China en el Palacio de la Moneda
La sede de la Presidencia de la República de Chile ya ha recibido la visita de los ejecutivos de la compañía China Gezhouba Group Company Limited (CGGC) según reportó el periódico de Santiago de Chile, Diario Financiero. Los representantes asiáticos no estuvieron sólo con funcionarios de Sebastián Piñera sino que, además, dialogaron con parlamentarios chilenos para avanzar en la participación de las millonarias licitaciones que se pretenden construir a partir del 2022.
Del lado nacional de la frontera, en la provincia de Mendoza, voceros del gobernador Rodolfo Suárez, han sido más cautos y aseguraron a NA que la pandemia ha frenado el envió inicial de estas obras y por el momento esos mismos ejecutivos que estuvieron en Santiago no pasaron por la capital mendocina. De todas maneras sugirieron que las puertas deberán abrirse en Buenos Aires puesto que por la magnitud de la inversión se trata de un proyecto de nivel nacional que excede los presupuestos provinciales.
Si este fuera el caso, que los ejecutivos de CGGC se reunieran con autoridades nacionales, los protagonistas no estarían exentos de un conocimiento previo.
La compañía China Gezhouba Group Company Limited ganó la licitación para la construcción de las represas de Santa Cruz, Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en el mes de agosto de 2013 en un consorcio de empresas que integró junto a Hidrocuyo S.A. y Electroingeniería, conducida en esos momentos por Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra, empresarios muy cercanos a los gobiernos kirchneristas. En julio de 2014, durante la visita a nuestro país del presidente de China, Xi Jinping, se firmó finalmente el contrato de financiamiento de las centrales hidroeléctricas por U$S4714 millones, con lo que se convirtió en la obra pública récord de la época.
Las credenciales de CGGC eran soberbias. Con operaciones en 53 países, entre ellos varios de América Latina, lo que le ha valido más de un dolor de cabeza por la hostilidad de la diplomacia comercial de los Estados Unidos, ocupó el quinto lugar entre las empresas chinas que operan en el exterior. Sin embargo, haber construido la central eléctrica más grande del mundo, la Presa de las tres gargantas, no pudo evitar que en mayo de 2015 fuera duramente sancionada por el Banco Mundial. Los directivos chinos reconocieron mala praxis “en tres proyectos financiados por el Banco en la República Popular de China en relación con la conservación del agua, la recuperación de terremotos y la gestión de inundaciones”, según consta en documentación del organismo de crédito. Además, las sanciones se produjeron en cascada porque en cumplimiento de un acuerdo conjunto, la medida también fue aplicada automáticamente por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Por otra parte en Colombia, y tras dos años de indagación preliminar, la Superintendencia de Comercio e Industria formuló un “Pliego de Cargos por colusión o cartelización empresarial y otras prácticas anticompetitivas” que habrían ocurrido en el proceso de selección contractual para la construcción de una autopista (Tercer Carril Bogotá – Girardot) bajo la modalidad de Asociación Público Privada (APP). Entre las empresas coludidas se encuentra Gezhouba.
Las razones por las que participaron en su momento de las demoradas represas santacruceñas fueron explicitadas por Yuan Baoyi, vicepresidente de Gezhouba International (GGI), quien había declarado que la clave del triunfo en la licitación estuvo en “la combinación de los precios más bajos de construcción y operación y el doble financiamiento del CDB y el Banco de Comunicaciones de China que cubrió el costo total y la carga impositiva del proyecto”.
Un viejo refrán popular indica que muchas veces lo barato termina saliendo caro. Una vez más CGGC busca participar de una licitación millonaria que involucra a dos países que hace pocos días, el 13 de marzo pasado, celebraron un nuevo aniversario del emplazamiento del monumento de Cristo Redentor, obra realizada por el artista argentino Mateo Alonso ubicado a 3854 metros sobre el nivel del mar, que hace 117 años vela por la paz entre los dos pueblos.