Buquebus quiso llevarse un barco de la Aduana, pero casi se hunde
La firma intentó cumplir con un pedido de la Aduana argentina de re exportar el buque pero las condiciones del mismo le hicieron imposible esa tarea.
Evidentemente no estaba en condiciones de navegar ni una milla. Por algo el empresario Juan Carlos López Mena lo dejó varado en Puerto Madero durante cinco largos años. La embarcación que supo ser un símbolo de Buquebus por más de 20 años, ya no puede ni moverse. El emblemático Eladia Isabel ya no puede ni moverse.
La empresa naviera comandada por el polémico López Mena quiso llevarla de regreso a Uruguay y no pudo. La firma intentó cumplir con un pedido de la Aduana argentina de re exportar el buque pero las condiciones del mismo le hicieron imposible esa tarea.
Tenían fecha hasta el 9 de julio para llevar la nave de regreso a Uruguay, por lo que en realidad ya estaban pasados los tiempos, pero ni así pudo cumplir, por lo que la Aduana le dio una nueva fecha límite para retirar la embarcación, antes de aplicar las sanciones por incumplimiento del Código Aduanaero.
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El barco no estaba en condiciones para que le aprobaran el viaje y que ese trayecto no terminara con el enorme y emblemático barco hundido en el Río de la Plata. La prórroga ahora se extendió hasta el 10 de octubre. Pasado ese plazo, la Aduana podrá denunciar a la empresa por incumplimiento del artículo 970 del Código Aduanero sobre los plazos de importación y exportación temporaria.
"El tiempo otorgado es para que Buquebus arbitre los medios necesarios para acondicionar el buque para su retorno, ya sea por medios propios o remolcado. En cualquiera de los dos casos necesita una inspección de Prefectura Uruguaya para permitir el ingreso y Prefectura Argentina para permitir la partida", detallan desde la Aduana argentina.
Una avivada
El conflicto comenzó cuando Buquebus quiso utilizar la embarcación averiada como chatarra sin pagar los impuestos que corresponden por ser un barco extranjero. La compañía, que desde décadas realiza viajes a Colonia, Montevideo y Punta del Este, había solicitado permiso para trasladar 150 butacas de la embarcación a otra. A partir de ese pedido surgió la inspección.
Una vez más el longevo empresario quiso jugar al margen de la ley, pero esta vez no lo dejaron. "El barco es de bandera uruguaya. Ellos querían desarmar el Eladia Isabel y utilizar los repuestos para otros barcos, sin nacionalizar esos repuestos. Además, está varado contaminando todo y ocupando espacio sin tener la documentación al día", detallaron las fuentes del caso.
Cuando dos barcos están operativos, se hace un "rancho" –la AFIP considera así a las provisiones de a bordo y suministros, además de repuestos– y se pasan las butacas, por ejemplo, de una embarcación a la otra.
"En este caso es imposible, porque el buque no tiene nada bien. No está en condiciones, ni un certificado. Es imposible pasar los repuestos de un barco a otro. Buquebus lo tiene que reexportar", explicaron.
Según había informado la Aduana, "dadas sus irregularidades documentales, el Eladia Isabel fue desafectado del régimen especial de medios de transporte y, en ese marco, la Aduana resolvió su interdicción sin derecho a uso ni traslado, en los términos del artículo 1.085 del Código Aduanero".