El economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Daniel Artana, consideró hoy que "una señal de moderación en la emisión de pesos es más que bienvenida", pero aclaró que con esto no alcanza para tranquilizar a los mercados.

Durante octubre, el Banco Central prácticamente no emitió para financiar al Tesoro y eso fue posible porque el gobierno colocó deuda neta (por encima de los vencimientos del mes) por alrededor de 230.000 millones de pesos.

Artana indicó en un análisis de FIEL que dado que la emisión de pesos durante el año es la principal razón por la que se dio un aumento notable en la brecha cambiaria, "una señal de moderación en tal sentido es más que bienvenida".

El gobierno anunció que tratará de financiarse más con emisión de deuda en el mercado local en lo que resta del año y que prevé más financiamiento para el déficit primario proyectado para 2021, en parte recurriendo a los organismos multilaterales y en parte obteniendo más financiamiento del mercado local.

Para el economista, estos supuestos "parecen muy optimistas" porque los vencimientos de capital e intereses con organismos internacionales previstos para el año próximo son del orden de 8.500 millones de dólares.

Si se excluye al FMI, se deberían devolver alrededor de 3.000 millones de dólares y el déficit primario incluido en el presupuesto es del orden de 15.000 millones de dólares al tipo de cambio promedio del año.

A su vez, los vencimientos de deuda con el sector privado son del orden de 10.500 millones de dólares en 2021, por lo que para Artana "tampoco parece que haya mucho espacio para colocar deuda por encima de esos vencimientos".

"Dada la alta desconfianza, lo que se necesita es una mayor reducción del déficit fiscal primario. El gobierno parece creer que un aumento en la inversión pública ayudaría a reactivar la economía, pero si el desequilibrio fiscal asociado impacta en la brecha cambiaria o en el riesgo país, el efecto neto puede ser contractivo", advirtió. Y agregó: "Las estimaciones de los multiplicadores fiscales no recogen adecuadamente la carga que para la economía representa una desconfianza enorme".