Aseguran que las demoras en la vacunación atentan contra la recuperación de la economía
Aun con las mejoras de la actividad en el segundo semestre, el PBI quedaría un 4% por debajo del nivel previo a la pandemia.
Las demoras en la implementación del plan de vacunación, así la falta de crédito externo, la pérdida de empleos y la alta presión impositiva, son los principales factores que conspiran contra la recuperación de la economía, que a pesar de la mejora que mostrará en el segundo semestre terminará el año un 4% por debajo del PBI de 2019, el último sin efectos de la pandemia.
El análisis forma parte del último informe de la Fundación Mediterránea, en el que también se hizo hincapié en el deterioro de las condiciones de vida de la clase media, al punto que por primera vez las ventas de automóviles cero kilómetro por habitante es menor que las de Brasil y Uruguay.
El trabajo de Jorge Vasconcelos y Guadalupe González señaló que el PBI del segundo trimestre “habría experimentado un retroceso de 1,5 % en relación con el primero”, en parte por la retracción de la actividad económica por la vuelta de algunas restricciones y el confinamiento de mayo.
De todos modos, los economistas rescataron que “de cara a tercer y cuarto trimestres, la desaceleración de la tasa de inflación y el avance del proceso de vacunación pueden ayudar a recuperar números positivos en las mediciones desestacionalizadas”. Esa mejora, no obstante, no sería suficiente para evitar que el PBI de 2021 “quede en torno a 4 % por debajo del nivel de 2019, antes de la irrupción de la pandemia”.
Para la Mediterránea, la dificultad de la economía para retomar los niveles de actividad previos a la pandemia “tiene que ver con la lenta normalización de sectores que representan más de 20 % del PIB”, representado por Hoteles y restaurantes, Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales, Construcción, Transporte y comunicaciones, Servicios sociales y de salud y Explotación de minas y canteras.
Ese fenómeno es “atribuible a los tropiezos experimentados en el plano sanitario”, resaltó el informe de Vasconcelos y González, que también incluyó a “la falta de instrumentos de política para relanzar la economía, dados los desequilibrios macroeconómicos y la ausencia de crédito externo, en el contexto de expectativas deterioradas por la elevada inflación, la pérdida de empleos y la mayor presión impositiva”.
El informe puntualizó el impacto de las demoras en el plan de vacunación en las dificultades para volver a la normalidad económica. Al respecto, señaló que “con 13,29 % de población con doble dosis de vacuna, la Argentina experimenta un retraso de 6 meses en relación con Israel en el proceso de inmunización, ya que este país había llegado a ese porcentaje de población vacunada con dos dosis en la última semana de enero”.
“Utilizando esa vara, el rezago sanitario con Chile es de 4 meses y de 3 meses con Uruguay”, completó. Asimismo, criticó que “la concepción del gobierno argentino” va en la dirección contraria a la del resto de los países de la región en cuanto a la importancia del equilibrio fiscal en la recuperación de la economía.
En ese sentido, remarcó que “en Brasil, el déficit primario se estaría reduciendo de 9,4 % del PIB en 2020 a 2% en 2021, una merma de 7,4 puntos porcentuales, mientras que en Chile el recorte sería del orden de los 4 puntos porcentuales”.
Por el contrario, en la Argentina “las señales de política más recientes confirman el propósito de las autoridades de generar un fuerte impulso fiscal de cara al segundo semestre, dadas las fechas electorales de medio término, pero la falta de instrumentos hace que se acelere la emisión monetaria de origen fiscal”.
Eso quedó puesto de manifiesto en julio, con una emisión para financiar el déficit de $158 mil millones, “cuadruplicando el promedio mensual del primer semestre, que había sido de $41,3 mil millones”, indicó.
Vasconcelos y González alertaron también que “surgen datos preocupantes respecto del volumen y la densidad de la clase media” y al respecto, se valieron de “un indicador simple” para reflejar la evolución de ese sector social, como es “el tamaño del mercado automotor del país".
“En la Argentina, el patentamiento de vehículos cero km registró en el primer semestre de 2021 un promedio mensual de 35.300 unidades, con una merma de 47,3% respecto del promedio de 2012/19”, destacó, al tiempo que comparó la situación con Brasil, donde la caída fue del 26,5 %, y Uruguay, con una mejora de 2,9%.
Eso ocurrió en contraposición con la tendencia histórica, ya que “tradicionalmente, el mercado automotor argentino ha sido el más voluminoso en términos per cápita en la región, pero tras una década de estanflación esto también forma parte del pasado”.
“Anualizando los datos del primer semestre, se tiene que las ventas de cero kilómetro en nuestro país equivalen a 9,2 unidades cada 1000 habitantes, cuando en Brasil y en Uruguay esa relación es actualmente de 10,1 y 15,1 cada 1000, respectivamente”, finalizó.