Aduana secuestra más de tres kilos de cocaína ocultas en un calefón, una máquina de humo y dos reflectores
Se encontraban dentro de envíos vía Courier con destino a Australia, una ruta muy rentable para la droga. Tres detenidos tras una larga investigación.
Tres personas fueron detenidas acusadas por narcotráfico después que la Aduana comprobase que intentaron enviar un calefón a Australia con 1.363 gramos de cocaína. Tras escuchas telefónicas de otros envíos en tránsito del mismo remitente, interceptaron dos envíos adicionales. En uno, una máquina de humo con 1.100 gramos de cocaína y en el otro, dos reflectores con otros 831 gramos del polvo blanco.
La minuciosa investigación se llevó a cabo desde octubre del año pasado cuando se logró dar con el envió del calefón y a partir de allí se desarrolló toda la investigación que terminó con la detención de una pareja de origen boliviano que reside en Moreno y un argentino que hacia los envíos desde Misiones.
El país oceánico se ha transformado en un destino muy rentable para el tráfico de droga. Australia tiene el precio de la cocaína más cara que en cualquier otro lugar del mundo. Mientras que en la Argentina, un kilogramo puede venderse en cerca de 2 mil dólares, su valor asciende a US$ 270 mil al ingresar al mercado australiano —135 veces más.
Por lo que la Dirección General de Aduanas ha identificado la ruta Argentina-Australia y presta especial atención a a ella. Durante 2022, según números oficiales, la Aduana argentina incautó otros 15 envíos, con al menos 22,4 kilos de cocaína.
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La investigación
Un control de encomiendas internacionales llevado a cabo por la Aduana inició una investigación que terminó en la detención de tres personas acusadas por narcotráfico. El organismo ha detectado que organizaciones abocadas al contrabando apelan con frecuencia a la vía del courier para hacer llegar mercadería irregular a Australia, por lo cual ha ordenado a las empresas de ese rubro aumentar controles sobre los paquetes que van allí.
A raíz de esto, una encomienda con destino a Australia cuyo contenido declarado era un calefón arrojó imágenes sospechosas al pasar por el escáner, por lo cual una unidad K-9 de la Aduana se hizo presente en el lugar para evaluarlo.
El can aduanero reaccionó en forma compatible con la presencia de divisas o estupefacientes y, con la debida orden judicial, se procedió a abrirlo para una inspección exhaustiva. En efecto, dentro del calefón se hallaron 1.363 gramos de cocaína.
Así, la Aduana se puso en contacto con la Policía Federal Argentina para profundizar la investigación y el juzgado actuante autorizó la escucha de dos líneas telefónicas, una de las cuales estaba declarada como número de contacto en la encomienda.
El monitoreo de llamadas permitió identificar a una ciudadana de origen boliviano como responsable del envío y obtener su domicilio. Además, se detalló que estaba planeando otra maniobra similar: una encomienda con una máquina de humo, con el mismo país de destino.
El seguimiento de la persona apuntada la encontró imponiendo el envío mencionado ese mismo día y, orden judicial mediante, se procedió a abrirlo: dentro de la máquina de humo había 1.100 gramos de cocaína.
En ese marco, el juzgado actuante ordenó el allanamiento del domicilio de la ciudadana, en la localidad de Moreno, provincia de Buenos Aires. Dicho operativo resultó en su detención junto con la de un hombre —también de nacionalidad boliviana— que se encontraba con ella al momento de imponer el envío.
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Continuando la investigación y tras nuevas escuchas telefónicas ordenadas por la justicia, se supo que la ciudadana boliviana estaba por recibir otra encomienda proveniente de Misiones, dirigida al domicilio recientemente allanado. Por lo que personal de la Aduana y agentes de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina se presentaron en la sede de la firma de logística a cargo del envío y pasaron por escáner el paquete, que, al igual que los anteriores, evidenció inconsistencias en su textura y densidad.
Repitiendo el proceso, un can de la Policía convalidó la sospecha y el juzgado ordenó abrirla. Tal como se sospechaba, en su interior había dos reflectores con 831 gramos de cocaína.
Dado que el remitente del paquete tenía domicilio en Bernardo de Irigoyen, una ciudad en Misiones ubicada en la frontera con Brasil, la justicia ordenó dar con el paradero de la persona registrada en el envío, un ciudadano argentino. Asimismo, tareas investigativas vincularon a éste con dos causas penales por contrabando de drogas. El allanamiento de su domicilio resultó en su detención, la tercera de la causa que comenzó con el envío por encomienda de un calefón.