“Sabrás cuan gigante es cuando oigas el ruido que provoca su caída”, Alejandro Muszak, CEO y fundador de la fintech, Wenance, creció tanto y en tan poco tiempo que hasta llegó a evaluar con sus asesores comprar un banco de capital nacional.

Sin embargo, esos proyectos faraónicos para una compañía fintech, que integra un sector de empresas que utilizan la tecnología para mejorar o automatizar servicios y procesos financieros, quedarán como anhelos del pasado que se desmoronaron junto a las ilusiones de más de 10.000 ahorristas de la Argentina y, también, de Uruguay, España y otras naciones, de obtener una renta invirtiendo en tres fideicomisos, no regulados por la Comisión Nacional de Valores (CNV), que dejaron de abonar los rendimientos al tiempo que el dinero se esfumaba.

Para Ignacio Plaza, titular de la Cámara Argentina Fintech, este revés de uno de sus principales socios no frenará la expansión de la actividad de los servicios financieros digitales.

Las empresas fintech en Argentina son unas 330, de las cuales 240 son socias de la cámara. De esas 240, un poco más del 40% se dedica a pagos, otro 20% a préstamos, 15% a tecnología para proveer a bancos como a otras fintech, 10% a activos virtuales y criptomonedas, 6% al mercado de capitales, 2% a financiamiento a pymes y 2% a seguros”, enumeró Plaza para explicar porque una golondrina no hace verano. O sea, que no se puede deducir una norma o una actitud de conducta por un solo caso analizado.

Sin embargo, esta golondrina, por Wenance, no es una empresa menor. No se trata de un jugador más.

Alejandro Muszak tiene un C.V. prominente en empresas financieras, antes de fundar Wenance, dirigió una firma que otorgaba créditos de manera tradicional pero, a partir del 2013, migró hacía el universo fintech, para alcanzar a la población no bancarizada de la Argentina.

Comenzó a prestar dinero a personas no bancarizadas que están atravesando las urgencias típicas de las crisis financieras por las que suelen penar los ciudadanos de nuestro país, de manera habitual, desde la década del ‘70 del siglo pasado, y cuando se cortaron los pagos de los tomadores de préstamos comenzaron los problemas.

Problemas que la directiva de Wenance acumula en la Justicia no sólo con sus inversores y ahorristas sino también con los fiscales que lo investigan por estafar a los tomadores de créditos con tasas usureras.

La fiscal, Mónica Cuñarro, acumula denuncias y calificó el accionar de los ejecutivos de Wenance de ser "una organización criminal" por lo que, ante 19 nuevos casos investigados, reiteró, recientemente, el pedido de indagatorias a cuatro responsables de la fintech, además del citado Muszak, el juez Alberto Baños convocó a Santiago Hardie, Gustavo Molas y a Paola Vallone para que declaren por estos hechos.

La resolución judicial precisó que “…la maniobra consistió en otorgarles un préstamo de dinero a través de la firma de un contrato de mutuo, el cual sería cancelado mediante el débito automático del dinero de sus cajas de ahorro en cuotas mensuales y consecutivas”.

Según determinó la fiscalía, las tasas de interés que cobraba la empresa CILSA, primero, y, luego Wenance, eran un 55%, en promedio, más altas que las del mercado. Además, una vez cancelados los préstamos, seguían debitando dinero de las cuentas, hecho que, en algunos casos, determinó la quita total de fondos de los damnificados.

Además, la gente de Wenance deberá afrontar el proceso iniciado en la Justicia comercial que puede derivar en causas penales y civiles por las denuncias de los inversores cuyo dinero se evaporó. Esto ocurre por la falta de regulación que tienen las empresas fintech que, a diferencia de las entidades financieras tradicionales, cuando un banco quiebra o tiene denuncias por estafas, el BCRA toma el control de las operaciones.

Las empresas como Wenance son "proveedoras de servicios de créditos", tienen menos regulaciones, controles y normas de transparencia y suelen transaccionar volúmenes de dinero considerablemente menores.

En el caso de Wenance, la empresa había crecido notablemente al punto de llamar la atención de sus competidores y socios en la Cámara de referencia del sector. Durante el encuentro que finalizó el pasado fin de semana en la ciudad de Córdoba de la Cámara Argentina de Fintech, Wenance estuvo en boca de todos.

Mientras que para la prensa se afirmó que “Estamos trabajando para que el sector cuente con la mejor regulación, con el fin de que pueda desplegar su mejor potencial, siempre cuidando los intereses de los usuarios y del sistema en su conjunto”, en voz baja se escucharon amargas quejas hacia el accionar del management de Alejandro Muzsak, al que consideraron como “...temerario por su accionar que lo ha llevado a tener problemas con toda la Justicia que ahora lo investiga. Pero que nos traerá problemas a todos los integrantes de este sector porque las tasas que pagan nuestras empresas pueden ser superiores y no hay que olvidar que son en dólares”.