En la previa al debut por la Copa Sudamericana, donde Tigre recibía al San Pablo, en el estadio José Dellagiovanna, los hinchas de Tigre confundieron el micro y le tiraron piedras a sus propios jugadores.

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Más allá del operativo con unos 660 policías de la provincia de Buenos Aires, la alta tensión que tenía este partido, generó inconvenientes impensados y que se viralizaron en las redes sociales. 

Los propios hinchas del Tigre creyeron que llegaba el ómnibus de San Pablo al estadio y le tiraron piedrazos. El mediocampista Agustín Cardozo avisó por sus redes sociales: "Rescátense que somos nosotros", en una publicación en una historia de Instagram con la imagen de los vidrios rotos.

La Aprevide contó con la cooperación de la Comisaría de Represión de Delitos en el Deporte del Estado de San Pablo para aplicar el derecho de admisión a los fanáticos llegados desde Brasil. El plantel de San Pablo contó con custodia desde su salida del hotel de concentración hasta el estadio.